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Le1579930 · 26-30, F
Estuvo dispuesta a cumplir la tarea que Nevan-sama le impuso, así fuese en compañía de la indeseable dragona, pero Naxvha se negó. Lúnisse torció los labios con cierta molestia por el acto rebelde, incluso ella sabía que en una comunidad las tareas eran lo principal para la supervivencia. Su padre decía que un equipo debía funcionar como la caja de engranaje de un gran reloj.
—Nevan-sama. Gracias.
Sobra decir que la espadachina daba brincos innecesarios con la intención de lograr alargar la altura de la tienda, pero al menos ya tenía bien armada la base y sus ataduras a la tierra. Ni el viento más salvaje lograría deshacer aquellos hábiles nudos.
—¿Pondremos todas las tiendas?, ¿habrá tiempo para ello?
—Nevan-sama. Gracias.
Sobra decir que la espadachina daba brincos innecesarios con la intención de lograr alargar la altura de la tienda, pero al menos ya tenía bien armada la base y sus ataduras a la tierra. Ni el viento más salvaje lograría deshacer aquellos hábiles nudos.
—¿Pondremos todas las tiendas?, ¿habrá tiempo para ello?
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