[code]Nuevamente la brisa calmada que danzada en todo el lugar, jugueteaba con todo aquello meciendo suavemente las olas del mar… deteniendo un momento su sonido al chocar con la arena a la orilla de este. ¡Chramk, crampk!… dice el viento entre las oleadas ¡Chramk, crampk!; dando al compás de su compañía, tras el resplandeciente de la luz, del calor, del movimiento, de la vida y de la belleza, el divino sol ha recibido, a lo largo de los siglos, los homenajes atentos y agradecidos de los mortales. [/code]

[code]Tras un lapso largo de tiempo en donde el sol era más radiante y el calor se volvía un poco insoportable se notaban pequeños remolidos de aire acompañados por la brisa del mar. ー ¿Se habrá perdido? ー Musito para si misma la joven mujer, pues bien no era común que alguien se dirigiera a esa pequeña playa, ya que aún no era descubierta por los bañistas. Los pasos fuertes y firmes del hombre, si es que realmente lo era, crujían con gran ruido sobre la caliente arena.

Una vez estando frente al joven, puede notar aquella sonrisa tan natural en el, por lo que no pensó que se tratase de alguien peligroso, sin más con una sonrisa también en el rostro comentó ー ¡Hola! No, no has entrado a ninguna propiedad privada. ¡Espero que no lo sea! ー ; algo nerviosa si es que había invadido una propiedad, sin embargo, ella llego desde el mar al lugar y no había indicios de tal cosa.
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El enorme nórdico de raza Goliath estaba dispuesto a descubrir ese secreto, y notaba que aquella no se veía intimidaba por su forma, llevando ese casco cornudo bajo su brazo, para así esperar su respuesta, dejando varios metros entre sí y la muchacha a pesar de notarse tranquilo, pues estaba acostumbrado a causar algunas impresiones adversas en algunos a pesar de su clara disposición amistosa para con aquellos que no son sus enemigos.

Fue en ese momento que dejando esas gigantescas huellas atrás se acercó a tan serena figura, no se le notaba hostil, y a pesar de su forma se encontraba en una disposición bastante tranquila, inclusive tomando su casco de uno de sus cuernos para descubrir su rostro, mostrando el rostro de un hombre relativamente joven, con rojas barbas y cabellos y una sonrisa amplia, el azul de sus ojos se hizo notar cuando los rayos del sol brillaron por sobre sus írises y fue entonces que soltando una pequeña carcajada añadió con esa voz potente al estar algunos metros de aquella. ー ¡Saludos! No creí que un lugar así iba a estar solo, ¿A caso he entrado a alguna propiedad privada de algún noble? ー Dijo cubriendo su frente para que el sol no lo encandilaze, claramente decidido a entender el cómo había llegado allí. Y de hecho la mujer frente a sí mismo tenía un aire místico e interesante.

El hecho de que los alrededores fuesen tan hermosos pero estuviesen tan vacíos se le hacía extremadamente extraño, ¿Habría encontrado una playa secreta? ¿Se habría quedado dormido en un bar o taberna y estaba soñando? De hecho el enorme varón que aún llevaba aquel casco, decidió simplemente acuclillarse, sus dedos tomaron un puñado de arena, dejó que la calidez y textura de esta se deslizase por entre sus dedos, y por ende pudo percatarse de que si aquello no era un sueño extremadamente lúcida entonces era real.

Sus pasos fuertes y firmes dejaban huella, el Berserker alzó su mirada de nuevo, llevaba algunos bolsos en su cinturón, un pantalón corto de cuero, fajones en su torso que cubrían su pecho, y una enorme hacha en su espalda además de las hombres y casco.

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conforme al sosiego que emana del ambiente. ー Que curioso. ー Menciono la joven quien observa atentamente al hombre de una altura bastante alta y que es inevitable no ver, quizá está en la playa para apreciar la belleza del entorno o quizá para asegurarse de que no hubiera nada que constituyera amenaza o molestia alguna. Pensó sacando una hipótesis del porque alguien estaría en una playa no muy turística. [/code]

[code]El viento sopla con delicadeza, haciendo danzar las incontables olas que domina gran parte de aquel terreno que muchos denominan paraíso por su inigualable belleza; entre la orilla de la playa y emanando de las blancas olas se encuentra una joven doncella de piel pálida, cabello largo color celeste, sus ojos presentan una tonalidad purpura con rasgos particulares, adicionalmente se puede apreciar unos cuernos sobre su cabellera. Aquella mujer lleva sobre si una vestimenta conformada por un bikini en tonalidades azules y blancas; admirando y disfrutando de la gracia del lugar, mientras es iluminada por los rayos de sol en aquel día, dándole un aspecto todavía más bello e inclusive lleno de regocijo por el matiz azulado del cielo que le proporciona al paisaje un impacto visual muy llamativo.

Entre la vista y el céfiro, se escucha el crujir de la arena con motivo de los pasos que sobre el mismo se presionan, pasos que en todo caso son lentos y sutiles

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Luego de aquella búsqueda para mercenarios y corsarios en el puerto de Odalia, el pelirrojo había decidido caminar un poco sobre todo para despejarse y relajarse un poco luego de aquel largo viaje. Midiendo unos tres metros de altura, y con su casco debajo del brazo el gigantesco bárbaro simplemente caminaba con los pies desnudos sobre la arena, sonriendo con amplitud y pensando que sus amigos degustarían de un lugar así.

Aquello estaba sucediendo mientras su hermano Jarrus, habìa partido solo a algunas ruinas a encontrar algunos secretos mientras él fue enviado a buscar ciertos aliados, y ahora teniendo un tiempo para sí mismo. El enorme hombre se acuclillaría tomando un poco de agua entre sus dedos de la diestra para mojar sus cabellos y barbas, parpadeando un poco cuando observó a lo lejos en esa playa solitaria lo que parecía ser la figura de alguien de tonos azulados. —¿Mmm? — Se notaba confundido, habiendo pensado que estaba solo.

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