—Así que, linda jovencita, ¿quieres oír sobre mis aventuras? —Dijo, mientras hurgaba en su mochila hasta encontrar una cantimplora; la que, antes de llevarse a los labios, ofreció a la muchacha por cortesía y precaución, aún sin saber qué tan sintonizada se encontraba ella con el mundo material y, con ello, poder adivinar si ella subsistía con la energía de la naturaleza o si requeriría alimento y bebida para mantener su forma humana. Sí, Krad podía sentir las fluctuaciones del mundo espiritual, siendo él mismo parte humano, parte Incarna; así que tenía cuidados como ese para con ella, sin haber dudado de las palabras de Nixie ni por un momento.
—Aunque me da un poco de pena querer alimentar a lo más preciado con comida de lata. —Añadió, jocoso, siguiéndole la broma con toda picardía; en especial al hacer énfasis en la manera que la propia Nixie se había nombrado a sí misma.
No tardaron en llegar a un claro del bosque, donde Krad recordaba haber visto una cueva a su paso; y le satisfizo encontrarla con relativa facilidad, comprobando una vez más sus dotes de orientación. —Ven. —La invitó, aunque primero olfateó discretamente el aire para asegurarse de que no hubiese algún inquilino esperándolos en la gruta; y una vez satisfechas sus preocupaciones, se sentó al lado de la entrada, dispuesto a aprovechar los últimos rayos de sol de la tarde en vez de hundirse en la oscuridad de una vez.
Krad decía tales cosas con tal naturalidad, que nadie podría dudar de sus palabras; siempre sonaba seguro y firme, como si cada una de sus frases fuera una declaración escrita en piedra. Siguió adelante, abriéndose paso por la maleza con una delicadeza de la que sería difícil creerlo capaz, casi acariciando las plantas y troncos en vez de apartarlos con brusquedad. Y, por supuesto, se aseguraba de que Nixie pudiese avanzar a la par, despejándole el camino con todo cuidado mientras seguía hablándole.
—Podemos encender una fogata y compartir historias. Habrá que buscar algo para comer, también; a menos que te gusten las raciones enlatadas. —Dio un golpecito a su mochila, donde un tintineo metálico confirmó sus palabras: siendo un viajero asiduo, siempre iba bien pertrechado.
[code][...] me ruborice ー añadió a su primero comentario tras la palabras alusivas de su compañero. Mientras empiezan su camino sigue muy interesada sobre saber qué tipo de persona es. Quedo impresionada por el largo cabello del azabache, los pocos rayos solares adornaban dicha cabellera, mientras Nixie solo acomoda un poco el cabello frente a su cara, más las suaves prendas que lleva puesta.
ー ¿¡De verdad!? Cuéntame una de tus grandes aventuras. ー volvió a decir con gran entusiasmo y como si se tratase de una infante el brillo en sus ojos se hizo presente cómo si de un dulce le mostraran, extasiado por conocer de que trataran sus aventuras, siguió el camino una vez que menciono lo del refugio aprovechando ahí para que él contará. ー Será una larga noche por lo visto, y se escuchar muy bien. ー menciono por último mientras es guiada por el azabache. Ese encuentro sucedió por algo, aprendizaje, destino o coincidencia. [/code]
[code]Empezó a analizar al joven de pies a cabeza obvio solo del exterior, lo poco que se lograba ver de él, observo detenidamente los tatuajes que a simple vista se mostraba, algo únicos como en todo ser humano, sin embargo, parecía haber algo más allá de solo tinta en su cuerpo es curioso e interesante para la joven peliazul. Al escuchar nuevamente el tipo tono que el azabache le había dado desde un inicio de bromista que lo estaba caracterizando en su momento, Nixie ante las palabras y las caricias sonríe nuevamente mientras sus mejillas se ruborizan un poco, es raro y agradable sentir un gesto así de dulce para ella. ー Claro, soy lo más preciado que tendrás de ahora en adelante. ー Dijo con un tono de voz dulce y a la vez un poco autoritario aunque el comentario lo decía en pequeña broma.
ー ¡Claro! Será divertido acompañarte. ー exclamo entusiasta ya que desea saber más sobre aquel viajero y los misterios que lo envuelven. ー Harás que [/code]
ーOh, hay muchas aventuras que podría contarte ーcontinuó, retomando el hilo de la conversación con toda naturalidad ー; y espero que tengamos tiempo para ello. Mientras tanto, ¿deberíamos buscar refugio? ーañadió, dándose la vuelta para invitarla a seguirlo una vez más.
ーQuizá puedas acompañarme, y en el camino encuentres a quien buscas. No podría dejar que mi regalo anduviese por ahí sin una escolta; este mundo es peligroso para las chicas bonitas.
Galante y bromista como siempre, se expresaba de tal guisa con toda naturalidad; como si el coqueteo fuese su segundo lenguaje. La realidad era que, habiendo nacido de humanos y vivido la mayor parte de su vida entre ellos, había desarrollado ese carisma y desparpajo para poder mezclarse mejor con ellos: nadie sospecharía que el joven con pinta de yakuza era en realidad una monstruosa máquina de batalla que combatía a la oscuridad donde sea que la encontrara.
Suspiró, intentando alejar esas ideas de su mente. Para disimular, aprovechó el momento para recogerse la larga melena, anudándola en una nutrida coleta; la que pronto dejó descansar sobre su espalda, evitando que le estorbase durante el camino.
No pareció sorprendido ante la revelación; los espíritus lo han acompañado prácticamente desde su nacimiento, y en su propio ser lleva las huellas de sus tratos con ellos: cada tatuaje representa un contrato, y cada uno de sus Dones proviene de ellos. Por lo que el comentario de Nixie no lo hizo arredrarse, simplemente ocasionándole una risa alegre; seguida de un ー¡Un regalo! Qué privilegio, será un obsequio que cuidaré con esmero. ーSeguido de una ligera caricia a la cabeza ajena, consiguiendo despeinar un poco a la chica.
"Experimento". Una palabra que, si bien no lo hizo cambiar de actitud, sí disparó su curiosidad; más que nada porque era consciente de que el Wyrm solía aprovecharse del progreso humano para contaminar y profanar a Gaia, expandiendo así sus dominios y podredumbre. Pero se guardó de demostrar su recelo, prefiriendo alzar una ceja en señal de interés antes de comentar:
[code]ーPero en realidad soy una hermosa jovencita que el río te ha regalado.ー dijo con una pequeña risilla al final. ー Vengo por una pequeña misión, debo encontrar un experimento que perdí. ー comento ya que se considera una gran científica por el elemento que posee, sin embargo, por un descuido dejo escapar un “amigo” como ella lo suele llamar. [/code]
[code]ー Cuénteme joven Kard, ¿qué tantas aventuras ha vivido? Realmente me encantaría poder escuchar sobre sus travesías. ー Dijo con gran entusiasmo, tan curiosa como lo es siempre pareciera que jamás ha dejado su lugar de origen, siendo eso erróneo.
Al momento en que el joven tomo su mochila, Nixie se dispuso a estirar sus brazos ya que el venir en la balsa fue un viaje algo tedioso, divertido, pero cansado. Cuando en los vocablos emitidos por su compañero en ese momento, le hizo recordar él porque estaba en ese lugar. ー ¿Sobre mi? Es curioso, puedo decirle hasta el momento que soy la fuente vital para todo ser vivo. ー Menciono nuevamente con una gran sonrisa en el rostro, si bien la compañía del caballero se le hace tan amena que no dudo en decirlo.
