—¡Yu-ki! No suena de por aquí, definitivamente. —Respondió antes de estrechar la mano femenina entre las propias. —Yo soy Navia. Te agradezco tanto el querer ayudarme, Yuki; daré todo de mí para poder volar. —Una sonrisa aperlada enmarcó su gratitud. Al fin tenía esperanzas de encontrar lo que era en realidad.

Mi nombre es Yuki, pequeña.

-Le ofrece la mano, en espera de poder estrecharla. con la ajena y que también le diga su nombre.-

Eres muy amable, chica de fuego... ¿Cuál era tu nombre? Necesitaré saberlo para agradecerte como es debido.

¡Entonces vamos a la playa! No te preocupes por el hospedaje, te ofrezco mi casa. También hay alimentos, como un All Inclusive (?)

Vivo en los bosques, soy una ninfa... Eso creo. ¡Jamás he visitado la playa! Tal vez pueda darme un descanso de mis deberes e ir, quisiera ver si es tan hermosa como dicen.

¡Claro! Yo te enseño. ¿Dónde vives? Necesitamos un espacio amplio para que puedas ejercitar tus alas y extenderlas cuando sean más grandes. Si quieres, podemos ir a la isla donde vivo, allá hay una playa enorme dónde puedes practicar tu vuelo.

¿De verdad? Una ninfa debería tener alas brillos as y hermosas, las mías son negras y cortas... ¡Tal vez si me enseñas se vuelvan como las de ellas! Sí, sí, sí. Muchas gracias por querer enseñarme, señorita de fuego. Estoy lista cuando quiera empezar.

Oh, no. A mi me parecen lindas. Tal vez necesitan crecer más. Si quieres, te puedo ayudar a ejercitarlas, porque también se necesitan que sean fuertes.

Son feas... ¿Verdad? No sirven para volar bien.

No había notado que tienes alitas. <3