¡¿Cómo que se te perdió?! ¿¡No lo traías en la maleta!? -El calor corporal bajó hasta los pies, sintió que sus mejillas palidecían y su mente no dejaba de repetir "para qué le conseguí su animal, para qué le conseguí su animal".

Las clases en Hogwarts habían iniciado recién y ya había un... Quiénsabequé rondando los pasillos, sin ser percibido por absolutamente nadie, y aunque el hecho de que se volviera invisible era, por ahora, algo bueno, si algún maestro descubría a la criatura, de inmediato buscarían a quien la introdujo dentro... Y entonces darían con ambas.-

En serio, a ver... ¿Cómo se supone vamos a encontrarlo? ¿No tienes comida especial para él o algo similar? -Inútilmente, pero apaciguando sus ganas de avanzar, la Ravenclaw revisaba bajo la cama de Victoria, entre las sábanas, en los cajones... Nada, era obvio, y si estaba ahí, la verdad es que no lo notaba.-

-Y era precisamente por Victoria que había conseguido una criatura que no podría describir mejor que con la frase "ridículamente inconveniente", y es que una cosa es que un animal peligroso escape y debas capturarle... Pero al menos le ves, al menos puedes seguir un rastro, ¿cómo capturas algo que es invisible?

Ah, pero esa intrépida Hufflepuff, siempre esperando que lo mejor ocurriera, creyendo que las desgracias en realidad no se presentaban de la misma forma con las criaturas mágicas. Tal vez, en el fondo, Nuray deseaba creer en ello y por eso colocó a un Demiguise (omitiendo los detalles de su obtención) en las manos de su amiga.

¿Qué podría salir mal? Todo, prácticamente.-