Alzó una ceja ante la duda de si Klaus estaba hablando con la nada, merced a la droga, o si estaba teniendo alguna conversación con un muerto; sin embargo, chasqueó la lengua poco después al darse cuenta de que no le interesaba. —Cincuenta y ocho años, lo que significa que soy más maduro que tú y yo no pierdo el tiempo con niños, menos con... Niños idiotas —lo último lo dijo al ver a Luther y a Diego, quienes seguían peleándose frente a la estatua de Ben. Cinco resopló, pieniendo los ojos en blanco y avanzó hasta la casa, sin importarle si dejaba a Klaus atrás.

Se quedó viendo a la nada, escuchando a Ben. No te quieras hacer el maduro ahora Regresó a Cinco, exhibiendo una sonrisa grande y por demás tranquila Ohhhhh, vamos, vamos. Habrás extrañado a tus hermanos estos últimos...¿cuántos años dices que tienes ahora?

—Qué desperdicio de potencial. No regresé de la absoluta nada para terminar vendiendo mi alma por polvos "mágicos", Klaus. Y tampoco para pasar tiempo de calidad contigo.

—Me sorprendería realmente si algo no te confundiera; no has cambiado nada y asumo que tus vicios siguen siendo los mismos.

—¿Qué mier...? Quita tu sucia mano si no quieres que te la arranque.

Retrocede, Cinco. Te cubro [?]