Si eso me dice Kira * Sonrie muy dulce hasta que pasó lo de los cuchillos y se vio en los brazos de ese joven niega estando tranquila * N..no pasa nada * Mantiene esa dulzura hasta que cierra los ojos . Entonces los atacantes salen diciéndole: Chico por tu bien aléjate de ella. No ya es demasiado tarde * ello se alejan estando a la defensiva cuando vieron como el cabello de la joven se volvía completamente negro y hiedra salían del suelo metiéndose en las heridas para comenzar a sanar las deteniendo la sangre, la joven al despertarse tenía los ojos verdes teniendo una personalidad más fría * puedes bajarme porfavor me encargaré yo de ellos .
—No deberías... confiarte...— no termino aquella frase cuando notó los cuchillos atravesando la humanidad de aquella misteriosa chica. —¡Que fastidio...!— exclamó con voz de molestia, acercandose rapidamente para tomar a la joven en sus brazos y retirar las armas de su cuerpo herido. —Lo siento! No lo vi venir, pude evitarlo, sin embargo... No es mi naturaleza— se mantuvo allí sosteniendo el delicado cuerpo en sus brazos, mientras la sangre cálida de sus heridas acariciaba su piel en un flujo continuo.
* Ella notó esa incomodidad entonces lo entendió que no todo le gustaba el contacto físico y el cariño cómo a ella * Lo siento si te moleste en alguna cosa. Me gustaría hacer amigos . Si ya me dice Kira que no confíe tanto en los extraños pero es algo que no puedo evitar se quedaría allí tranquilamente muy feliz hasta que tres puñales salidos de la nada le dan a la joven en la espalda haciéndole caer al suelo muy mal herida.
Se sintió un poco incómodo por las acciones de la chica; Dabi no era un amante de los gestos y las muestras de cariño, mucho menos lo era del contacto físico. La propuesta de un abrazo era algo que sobrepasaba la raya, pero la calidez de aquella joven de alguna forma lograba convencerlo o quizás confundirlo. —No deberías confiar tanto en los desconocidos...— dijo para luego quedarse allí parado sin hacer ni decir más nada, por un instante muchos recuerdos atravesaron su sereno pensamiento.
* Manteniendo esa dulzura * Si me suelen decir eso pero yo creo que todo tenemos un lado bueno dentro de nosotros aunque por el daño que los demás no ahia echo tendemos a ocultarlo. Síii un abrazo* Estira los brazos y ante la pregunta pensativa * No por qué debería hacerlo?
—Que extraña respuesta— replicó de inmediato, haciendo una pequeña mueca casi invisble sin separar su vista de aquella sonriente joven. —¿Un abrazo dices?... ¿acaso no me temes?—
