—Ella recargó su espalda del otro lado de la barra y colocó ambas manos encima de la misma (barra) y le miró de reojo por encima de su hombro, en tanto algunos de sus compañeros de trabajo, veían la química entre ellos, pero había una chica a la que esto no le gustaba mucho, era una joven de cabellos negros azabache, maquillaje un tanto retocado pero bello, más alta que Rosie, que de hecho al pasar a golpeó ligeramente, la chica pelirosa no hizo nada y siguió platicando con Noah.—

Claro, podemos ir por un sandwich, ya que no falta mucho para que salgamos.

—Dijo dedicándole una amable y dulce mirada, era un tanto más apacible y delicada de las que solía dar Noah.—

¿Quién es ella? La chica que me golpeó por accidente, parecía que te conocía.

—Le preguntó con cierta curiosidad, mientras se giraba en su lugar y volvía a verlo de frente, ese rostro, su expresión y su voz realmente eran atrayentes para la pequeña Rosie.—