¿Tú crees? El jefe dice que soy aveces muy ruidoso, una vez me distra...-

—Detuvo su anecdota apenas percibió que ambos llegarían al lugar de trabajo en cuestión, riendose ante esto mismo pues su anecdota iba muy relacionada con su facilidad para distraerse con las conversaciones. Solo suspiró un poco y aún brindando una cálida sonrisa hacia la joven, abriría la puerta, de forma que pudiera cederle el paso a su nueva compañera de trabajo.—

Bien, creo que tendremos que dejar las anécdotas para después, vamos, imagino habrán cosas que aún debas hablar con el gerente, después de eso, supongo que tendré que compartirte mi sabiduría.

—Bromeo para intentar hacer más amigable, al final cuando tuvo su primer día de trabajo estuvo nervioso e incluso tiro una taza durante ese día, por lo cuál intentaba hacer la pequeña diferencia en ese momento hacia Rosie y su primer contacto con el trabajo.—