Claro que sí, mi descanso va terminando de todas formas.

—Miro brevemente el reloj en su mano ocupada por el libre, confirmado así su comentario. Después de estrechar la mano, solo miro unos segundos extras su rostro, era bastante... ¿Tierna? Si pudiese decirlo de esa forma claro, ya que había algo en sus facciones que le parecían llamativas, incluso se avergonzó internamente por mirarla tanto tiempo.—

Así que dime, Rosie... ¿Es tú sueño trabajar en una cafetería?

—Bromeo un poco antes de comenzar a caminar con lentitud hacia el lugar de trabajo.—