« Back to Album · Next »
Fuera de un par de mesas con grupos pequeños de hombres que parecían hablar en murmullos, el bar de la 13 St Marks Pl parecía un lugar sin mayores eventualidades. El bar tender en turno, un hombre alto y tan escuálido que se notaba frágil y pálido, secaba con pesadez un vaso. La campanilla sonó, y el lánguido hombre miró hacia arriba, para identificar al cliente que recién entraba. Lo escrutó con pereza, y dijo: Dobro pozhalovat'. Ante esa bienvenida, siempre habían dos tipos de respuesta, y era así como sabía qué tipo de cliente había llegado.

https://www.youtube.com/watch?v=Igcb_LpP2yg
 
Newest First | Oldest First
NinaBeaudreau · 26-30, F
El bar tender miró de reojo la tarjeta, y sin expresión alguna, bajó el vaso y la toalla, y procedió a sacar una copa para llenarla de champagne. Bajó la botella, y pareció sacar algo de una caja dorada que estaba bajo llave.— Primera vez. — más que preguntar, el hombre aseguró sin mirarle, y en movimientos rápidos, le puso enfrente la copa a medio llenar de champagne, y a lado de esta y sobre una servilleta de tela, dejó una pastilla dorada, que brillaba como si fuera una pepita de oro.

—Naslazhdat’sya. Póngase cómodo donde mejor le parezca.— fue la última instrucción que dio antes de continuar con su labor de secar vasos.
Maleburus · 36-40, M
Eeeh.. si, eso mismo -Al menos gracias a su respuesta ya vio que no le habia subido el bourbon tan rapido como para ver un bar tender teletransportandose, asi que deja la tarjeta en la barra para que la viese este, esta vez sin pedir nada para mantener la cabeza despejada-
NinaBeaudreau · 26-30, F
—Dobro pozhalovat’— enunció el bar tender, con un timbre de voz audiblemente distinto al del bar tender de la entrada. Y subió la mirada, como esperando alguna acción por parte del contrario; no dejaba de secar aquel vaso de manera repetitiva.
Maleburus · 36-40, M
-Seguia caminando hacia la barra de aquel lujoso sitio nada que ver con la otra "parte" del bar que habia conocido, como si el camino hacia el bar tender fuera una brujula de la cual no podia escapar, hasta sentarse de nuevo delante de este y apreciar que era fisicamente identico al anterior, mueve la cabeza como tratando de despejarse por si era efecto del bourbon- ¿Buenas noches?
NinaBeaudreau · 26-30, F
El estilo Art Deco parecía exaltado por el sonido de la música de otra época, que resonaba con un eco casi sobrenatural, y que parecía guiar los pasos de aquel cliente nuevo, hacia el anuncio que obviaba el destino final al que aspiraba llegar: The Golden Room.

Y si se asomaba a través del enorme marco de esa puerta, podría apreciar la siguiente escena: las luces doradas que caían de los candelabros bañaban a los comensales, quienes yacían desperdigados por los varios sillones ubicados en grupos, o individuales en la amplia sala. Y al fondo, por supuesto, una barra de caoba con detalles dorados, dónde el "mismo" bar tender del frente parecía estar haciendo exactamente la misma acción que antes. Y sus ojos perezosos y cansados, reposaban sobre el recién llegado, en espera de que se acercara.
Maleburus · 36-40, M
-Despues de haberse sorprendido viendo que la cabina era mas bien una puerta secreta, entraba aun mas estupefacto al ver todo dorado, lujoso y un pasillo tan elegante, se tuvo que pellizcar el brazo para ver que no estaba en un sueño o trance, en lo que avanzaba hacia el Golden Room sin detenerse como si estuviera hipnotizado-
NinaBeaudreau · 26-30, F
Aquella era una vieja cabina inglesa de teléfono. Sí, de esas en las que los turistas suelen tomarse fotos cuando visitan Inglaterra. El interior estaba intacto, con dos gabinetes en color negro, donde habían viejos directorios telefónicos y espacios para escribir, así como antiguos anuncios que lo hacían sentir como un salto en el tiempo. El disco de marcado se apreciaba impecable y reluciente, y el sonido que hacía era armónico.

Cuando el cliente hubo marcado el número, un "click" estruendoso se hizo audible, y la pared donde estaba el teléfono se abrió con ligereza, invitando al recién llegado a abrirla más, a entrar en ella. Cuando la puerta se abrió, un mundo de color dorado, y un pasillo que llevaba hacia el destino final: The Golden Room.
Maleburus · 36-40, M
-Toma la tarjeta leyendo de refilon el numero, levantandose de el viejo taburete y no sin antes despedirse del bartender: Спасибо caminando asi hacia la cabina telefonica, pasando entre sus dedos la tarjeta demostrando asi su nerviosismo, abriria la puerta de la vieja cabina escuchandose por el bar el chirrido del metal oxidado y asegura cerrar completamente la puerta antes de comenzar a usar el dial hasta marcar por completo el numero telefonico-
NinaBeaudreau · 26-30, F
Por primera vez, en el rostro impávido del bar tender, se apreció una curvatura que daba la ilusión de un sonrisa. Se hizo hacia atrás y pareció mover algo debajo de la barra. Enseguida sacó una tarjeta y la extendió con discreción al cliente.

—"Debería llamar a este número, el teléfono está por allá."— dijo señalándole una vieja cabina telefónica que se encontraba al fondo del bar, cerca de otros teléfonos públicos; era un bar de la vieja usanza. Y dicho esto, el pálido bar tender tomó otro vaso, su toalla, y siguió secándolo con paciencia inerte.
Maleburus · 36-40, M
-Toma el vaso de bourbon removiendolo un poco antes de echarse el primer trago y viendo aquella mirada ajena devuelve la vista a su vaso acercando este a sus labios y susurra en voz baja: туманный, para despues beberse de un solo trago el bourbon y depositarlo en la barra produciendo un golpe seco-

Add a comment...
 
Send Comment