Tengo un millón de caras, fuera de lo común.
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ChamCham · F
- ¡Paku, Paku! ¿logras ver al duende cerca? -Preguntó la joven guerrera, adentrándose entre la maleza y bellos suburbios invadidos por la madre naturaleza: grandes y frondosos árboles que comparten por lo menos un milenio de existencia, plantas y arbustos de diversas tonalidades verdosas, cuya vista radica en la intensidad de sus flores que emergen de sus capullos con el rocío de la brisa veraniega. He ahí, la descripción actual de los límites del hogar de Cham Cham, una tribu muy poderosa y antigua devota a los Dioses de Mesoamérica.-
*Fué entonces cuando Cham Cham captó con la agudeza de su audición propia de sus largas orejas felinas una presencia muy cercana, no hostil pero curiosa, por no decir que, desconocida y propia de una adecuada investigación.- ¡Paku, Paku! ¿escuchaste eso?, hay intrusos, probablemente solo estén perdidos pero no podemos arriesgarnos. -Le dijo aquella adolescente al chimpancé que le acompaña en su actual objetivo: buscar la Tanger Piedra, mejor conocida como la Piedra de Palenque, un artefacto bastante antiguo y resguardado en la tribu por milenios.-
*En su afán por descubrir la verdad de todo, la joven no vaciló en proseguir con su búsqueda de la nueva presencia sin ignorar la debida atención para encontrar al responsable del rapto del apreciado objeto que debe ser regresado lo antes posible, o de lo contrario, su pueblo perecerá bajo la ira de los dioses. Fue entonces que entre el deslizar de las ramas y lianas, trepar, bajar y subir árboles visualizó por fin a ésa figura femenina.-"¿Mh?", escuchó mientras yace oculta entre la maleza, fijando sus verdosos orbes en ésa peculiar joven y con precaución salió de su escondite para acercarse a una distancia prudente entre ambas, notándose la distinción entre ambas jóvenes.-
*Fué entonces cuando Cham Cham captó con la agudeza de su audición propia de sus largas orejas felinas una presencia muy cercana, no hostil pero curiosa, por no decir que, desconocida y propia de una adecuada investigación.- ¡Paku, Paku! ¿escuchaste eso?, hay intrusos, probablemente solo estén perdidos pero no podemos arriesgarnos. -Le dijo aquella adolescente al chimpancé que le acompaña en su actual objetivo: buscar la Tanger Piedra, mejor conocida como la Piedra de Palenque, un artefacto bastante antiguo y resguardado en la tribu por milenios.-
*En su afán por descubrir la verdad de todo, la joven no vaciló en proseguir con su búsqueda de la nueva presencia sin ignorar la debida atención para encontrar al responsable del rapto del apreciado objeto que debe ser regresado lo antes posible, o de lo contrario, su pueblo perecerá bajo la ira de los dioses. Fue entonces que entre el deslizar de las ramas y lianas, trepar, bajar y subir árboles visualizó por fin a ésa figura femenina.-"¿Mh?", escuchó mientras yace oculta entre la maleza, fijando sus verdosos orbes en ésa peculiar joven y con precaución salió de su escondite para acercarse a una distancia prudente entre ambas, notándose la distinción entre ambas jóvenes.-