« Back to Album · Next »
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
[...] la voz, así que gritó (con cierta gentileza) el nombre de la muchacha que tanto se esforzó para acompañarlo— ¡Nilou, aquí estoy! —esperando no asustarla y con sus pasos en dirección hacia dónde la escuchó llegar, él trató de tranquilizarla, aliviarla de eso que tanto pareció padecer, la soledad.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment