"Cuando creía que no podía ser mayor el suplicio, sus dulces sollozos me recordaban lo equivocado que estaba. No podía, por más que lo intentaba, sufrir como ella, sentirme así de empapado por la penitencia. ¿Algo me hacía falta? ¿O es parte de mi castigo el no poder sentir que el castigo tiene un final?
Tengo que sufrir más."