—atchhhh !-Hizo una rabieta pero a pesar de buscar no había nadie más que ellos alrededor, jugaba con un clavo que había encontrado por ahí cuando el peliengro saco el móvil y le mostró la pantalla bloqueada. Se vio así misma en el reflejo, entrecerro la mirada , lo miro a él y torció los labios mientras lo apretaba un poco. —¿Ah si? ¿Y que te gusta de ella? Es un desastre, es un monstruo, no es una chica normal. Es huérfana.—Encogio los hombros aunque tiene un cosquilleo en el pecho que le hace sentir extraña.

—Porque puedo y quiero. Sí te molesta no es mi asunto.

Después de aquél golpe y una carcajada en respuesta del asiático tan sólo negaba con la cabeza. La forma en que ella buscaba a alguien más cuál niña distraída. Alessandro se vió en la obligación de sacar su celular, la pantalla bloqueada y en negro daba la oportunidad de reflejar la cara de Nico en este.

—Me refería a ella, es muy atractiva. Deberías verla más seguido.

—¿Eh? ¿Por qué tan de repente dices algo así?..— abrió la mirada le soltó un golpe volteando a ver a otra parte debido al color que tomaron sjs mejillas. —¿Viste a una rubia guapa? muéstrame, no la mires solo..— quiso bromear desviando la atención.

—¿Te he dicho lo mucho que me encantan las rubias, Nico?