Tenía un compuesto efectivo en el que estuvo trabajando listo para poder ser usado. Y perfecto para flaquear el alma más fuerte en cuestión de minutos.

¡Que maravilloso sería!

— Por aquí, милая . — Inquirió en voz baja guiándola todavía. La bodega finalmente estaba a la vista. Y a cada paso que daba un botón de su robusto abrigo abría dejando ver que utilizaba un delgado y largo vestido. Atado a su cintura y muslo se veían alineadas un juego de botellas de cristal de mediano tamaño. Cada una con un solvente distinto.

— Tu dirás, querida. Tocamos el timbre, entramos a la fuerza o disolvemos la cerradura. ¿Qué prefieres? — Inquirió divertida una vez frente a la entrada de la bodega.

A decir verdad, estaba curiosa por ver en vivo la alabada fuerza de la joven.

Dio un largo suspiró cuando escuchó la situación por las cuales habían sido llamadas a ese lugar. ¿De verdad tan solo por una cobranza de dinero habían contratado a alguien tan hábil? Un deje pensativo se formó en su rostro. Y se lo dejó saber a su adversa con una sola mirada.

Sin embargo, no paso mucho tiempo antes de volver a sonreír, inclusive no pudo evitar reír un poco ante el comentario de la menor. — Bueno, al menos no me dijiste “babushka”. Eso es algo bueno para mí. — Inquirió en un tono cómico, ignorando por completo la advertencia de su adversa al no intentar socializar.

- Entonces se trata un tonto ajuste de cuentas. —
Inquirió a la par que caminaba en dirección que ya conocía. La bodega de esos hombres era un lugar que ya de antemano conocía.

— Supongo que últimamente no hay actividades interesantes. Aunque bueno, siempre aprovecho esta clase oportunidades para probar cosas nuevas. — Inquirió de manera animosa sin intenciones de explicar o decir más a

—Unos rusos ocultos en la bodega cinco de este jodido lugar le deben dinero a tus jefes. Debo recuperar ese dinero y entregarlo , tambien me dijeron que estarías vigilando por si pasa algo. Pero no es primera vez que trabajo con ellos... Imbeciles. — pateo una piedra y se echó a andar, pese a ya tener más de veinte sus razgos todavía eran bastante inocentes, tiernos con esas mejillas redondas y esa mirada carente de brillo. Le intrigó pensar en como se metió en ese mundo aquella señora... Pero sobre todo que más era capaz de hacer, porque si ha llegado a envejecer es porque debe ser buena en su hacer.

Pasaron a penas unos minutos pero se estaba dormitando, le desperezo una voz femenina bastante agraciada que se dirige a ella cordial, arrugo las cejas pasando a estrujarse el ojo izquierdo mientras sostiene la punta del trabajo y da un bostezo. —No esperaba que mandarán a una señora...— trato de cuidar sus palabras, ya que le parecía un acto bajo, pese a desconocer las habilidades de la recién llegada,comprendía que quizá a ninguna de las dos las tomaban en serio y tal vez haya algo turbio esperándolas. —Nikita.. perdón pero no vine a hacer amigos. — respondió tajante, no era por ser maleducada pero había aprendido a desconfiar hasta de su sombra y tener a alguien ahí que le recordaba a su padre solo que en versión mujer no era algo agradable de sentir. Tuvo que respirar profundo aunque los pulmones se le llenaron de frío aire.

El gélido viento parecía guiarla, hasta que finalmente pudo divisar a una distancia lejana la silueta que buscaba. La descripción coincidía. Su paso se apresuró y con una amable sonrisa se acercó hasta su adversa.

La débil luz del cigarrillo dejó entre ver las facciones de su adversa. Ah. Demasiado bella y joven para ese podrido mundo. Una lástima.

— Parece que el invierno nos acompañara toda la noche. — Inquirió con suavidad.

— Privet. Soy Rose y yo seré su pareja esta noche. Así que dígame. — Miró a su alrededor. — ¿Cuáles fueron las instrucciones que te dieron, mis camaradas? —

Interrogó con suavidad casi maternal. No había asertividad ni arrogancia en su voz.

¡Después de todo trataba con una jovencita!

Las noticias se habían corrido rápidamente por el grupo Bratva y en su perímetro. La historia de la presencia de una jovencita cuya fuerza y ayuda había resultado en un sin fin exitosas misiones para quienes la contrataban.

Y claro. Cuando los rumores llegaron a su zona rápidamente se fue esparciendo como una excelente idea contratarla. Y para la eslava también pensaba igual de sus jefes. Pero ¿acompañarla?

Cuando preguntó del por qué la respuesta de su superior fue simple.

"Ayúdala a traducir lo que dicen esos desgraciados y limpia la zona en silencio."

De tan solo recordarlo la hacía reír. Técnicamente solo la habían enviado a mediar la situación y eso para ella no era para nada entretenido. Pero no podía negarse. Ni siquiera objetar.

....

Con paso calmó y vestida con un grueso abrigo de lana que ocultaba la vestimenta que llevaba se encaminó hasta el punto de reunión que le indicaron con anterioridad.

Se encamino al lugar acordado donde esperaría s la persona que sería su "acompañante" , era probable que está también tuviera dobles intenciones u otra misión de la que Nico no estuviera al corriente pero no importaba sino se metía en lo que ella tenía que hacer. Tenía que ir a visitar a un par de cabos rusos que han estado teniendo problemas en reunir su cuota y ya deben seis meses. No pueden esperar más tiempo y no de aceptará otro pago que no sea efectivo o en su defecto joyas. Todavía faltaba un puto mes para que el frío de fuera por lo que mientras estaba se pudo a fumar para que esto le quitará el frío que sentía, aunque fuera más algo mental porque en realidad su cuerpo estaba bastante cálido. Se hundió en la casaca vieja de su hermano muerto en lo que el contacto llega. —Joder, puto frío. —

Últimamente ha gozado del precio de su fama, al ser de las mejores recolectoras que hay por lo que varios bandos, familias, mafias etc la quieren en su cuadrilla. Nicoletta hasta el momento no ha jurado lealtad a nadie más que al dinero. Esto le ha permitido mantenerse a raya en los asuntos entre pandillas. Sin embargo la contacto la bratva para que trabaje de la mano de alguien de su grupo, por lo que mencionaron era una persona experimentada que estaba ahí para hacer cumplir lo pactado y que no se fuera por las riendas cómo siempre hace. Porque si bien cumple con su trabajo siempre lo hace a su modo y este no suele ser muy grato para todos. Es desordenada, impulsiva, pero se joden porque es realmente buena en su trabajo, más desde que tiene esa fuerza sobre humana que bien le serviría a cualquiera, nadie a cantando su precio, ni saben si acaso exista uno.