Tiene buen ritmo - Dijo ya con mas confianza como solía hacer las cosas, no pensar y solo actuar, por eso dió un par de saltosm mas haciendo que su sombra se moviera antes de volver y poder apreciar el turno de la menor, siguió atento, era o habil o solo buscaba competir, pero la dejo actuar, en realidad si lo pensaba bien saltaba sin ver- recuerda nada de pisar las líneas - soltó tranquilamente siguiendo los movimientos y preparando ya la piedra para su turno. -

Eso bastaba para ella, siendo lo suficiente para comprender cosas ocultas entre el cambio en su tono de voz; dejando aquello con los esqueletos del armario, no tenia ni sentía la necesidad de escarbar mucho mas en tal tema, teniendo la respuesta en un "Si" regresando a la rayuela le parecía interesante como al final aquel chico se dejo envolver por el juego, aflorando como botón en loto su lado infantil, con tal gesto pausado. — Hee mira eso tu sombra parece bailar.— Saco a relucir señalando un momento su sombra, saco un caramelo dejándolo en su mejilla pues pensaba comerlo de manera lenta, siendo que cuando llego su turno con cuidado tiro la piedra dándole la espalda a la rayuela. — Para atrás con cuidado.— Dio entonces lo saltos hacia atrás mirando en todo momento de soslayo, descubriendo que era complicado.

Si -no iba a decir más sobre eso, lo tenía prohibido las personas a las que les contaba de más se podían cuidar solas o directamente poseían secretos tan grandes que el suyo parecía diminuto, nunca reveles tus cartas a quien no pueda jugar con ellas ni a quienpueda ganarte si las conoce, recordó cosas que su mentor decía, siempre pensaba que hablaba de manera rara para hacerse el interesante. Él por su parte estaba ya metido de lleno en el juego, tomó la piedra e hizo otro lanzamiento perfecto, estaba mal no fallar pero era peor hacerlo, dió varios saltos ahora un poco más lento no por cansancio más bien por dar dramatismo al juego. -

— Mami dice: que no se debe fingir. Claro que depende de factores.— Comprendía lo que se le estaba planteando, como también pensaba que no era divertido; de cierta manera ser algo distinto a lo que uno era, que bueno que no estaban escuchando sus pensamientos los que hacen cosplay. Suspiro entre sus dientes siendo imperceptible, consiguiendo nuevamente la piedra para jugar, lanzandola y cayendo casi en la punta por uno centímetros dentro de la rayuela, una lanzamiento de suerte. — Fingir para Vivir eso suena como si hablaras por experiencia propia.— Volteo a verle un momento, examinando a través de sus expresiones o comportamiento si diría una mentira, terminando por regresar a jugar.

¿Las masas?, me dan igual, pero fingir siempre se necesita cuando estas en el mundo de verdad, también soy malo en eso - Respondio con ese lado honesto mientras dejaba que ella volviera, levantó la mano y dejo que la piedra llegara tan lejos como podía sin caer en una de las lineas y sin salirse de la figura, de inmediato volvió a hacer el recorrido, ahora mucho más confiado y rapido. - Pero tampoco creo que este tan mal fingir si por ejemplo te mantiene con vida.

Se encogió un poco de hombros, regalandole una encantadora sonrisa mirando como jugaba de manera casi militarizada, podrían también ser ideas de ella. — Ves entonces no eres lo que dirían que eres, solo eres tú y eso es lo importante.— Algunos civiles que pasaban llamaron la atención de la pequeña, la forma en que los miraban como si fueran presas la hizo poner mala cara, aunque si hacia una excepción apartando sus pensamientos podría ser solo curiosidad. — Dime chico K-pop ¿Fingirías ser algo que no eres para agradar a las masas?— Tuvo otra ves la oportunidad y en cada salto que daba podía entre verse que estaba mejorando, al igual que se divertía drenando un poco de energía.

Bueno, tampoco podria dejarte así como así, sería muy irresponsable. - sus palabras eran honestas aunque aún tenía una extraña sensación, una corriente tensa que recorría su espalda, como si algo estuviera fuera de sitio, no se sentía en peligro pero tampoco seguro, decidió ignorar ese instnto y cuando ella volviera tomar su turno lanzando la roca ahora en un numero distinto, al menos le servía para practicar su puntería que como siempre rayaba en lo perfecto y a la par de los saldos con un equilibrio bastante notable, era un juego pero tampoco le gustaba hacerlo mal. -

— Ding, Ding, Ding.— Replico como campana, había lo logrado entender su punto de vista, tenia que recordarse a si misma que las mejores explicaciones son cortas pero claras como un cristal. Obtuvo por un momento una sonrisa, causando que también sonriera pero... Se esfumo como un castillo de arena, algo pero no sabe el que era extraño, resultando en una respuesta decadente. — Y que me ha de importar lo que dirían, lo que me importa es hacer mi propio criterio sobre ti y creo, aspiro, espero que no me dejes sola.— Al menos no cuando estaban jugando o se aburriría peor que una ostra de mar, rio alegremente aplaudiendo cada ves que saltaba esperando su turno, lanzando y tambaleándose cuando quedo en un pie para recoger recoger la piedra.

Eso si puedo hacerlo -Sus sentidos eran buenos, desde su vista hasta su olfato, también sus reflejos, tenía suerte de que era su único talento como le recordaban de manera habitual, la respuesta de la pequeña le causó sonreír, pero también clavó de vuelta en su memoria un recuerdo que no quería que escapara. - Hay quien diría que no hay mucha diferencia, y quien diría que sola estas mejor, en finm, vamos a jugar - esperó a que ella lanzara la piedra y siguió los saltos de la chica... - trataré de no ser un oponente horrible - y dicho eso llevo la piedra que tomó a lo mas lejos que pudo en el juego dando saltos sobre un pie hasta recuperarla y volviendo con bastante fácilidad. -

Tiene un vocabulario llamativo o singular haciendo a veces le costara darse a entender con facilidad, entonces colocandola tiza a un lado sacudió sus manos para limpiarse. — Es solo mirar mucho mas de lo que ven tus ojos, usando tus sentidos.— Tal ves tenia que comenzar por esa simple explicación ¿Verdad? seguro que si, riendo por lo bajo esta tintineo como un suave cascabel, podía parecer que estaba sola cuando su familia tenían muchos ojos sobre ella, era la razón suficiente para ser ella sin miedo aunque muy poco se ha sentido con ese amargo sentimiento, y no lo desea. — No estoy sola ¡Estoy Contigo!— Bien ahora era momento de jugar, una piedra y la lanzo haciendo que cayera entre el 5 y 6 manteniendo su equilibrio lo mejor que pudo salto de uno, luego en dos y así hasta recuperar la piedra y regresar.