Ese algo es dolor, muerte. Quiere verla bañada en sangre, suya o de alguien más. Que se corrompa para devorarla.Un anhelo que llevaba durmiendo en él durante meses. Pero debe volver a la realidad, de otra forma saltaría a por ella para cometer las mayores atrocidades. Suspiró, retrayendo la navaja para no tener que usarla. Luego, al hablar, su voz está en paz, como si le hubieran dado exáctamente lo que él esperaba oír, aunque realmente fue tanto más que no podría describirse.-

Quiero que me acompañes en un trabajo. Estoy seguro de que te vas a sentir como la mierda cuando acabemos.

-Esta vez fue él quien se acercó a ella, inclinándose para bajar un tanto más el tono de voz, aunque realmente pareciera que la acecha para cazarla.-