Cuando sintio la caricia sobre su cabeza, este solto un pequeño suspiro de entre sus labios, cerrando entonces los ojos y dejando que le brindara las atenciones, sonriendo especialmente por lo agradable que resultaba.

- Son muy suaves... sin duda.

Arrugaba su nariz de una forma dulce mientras el apoyaba su cabeza en su regazo, llevaria entonces su mano izquierda a la cabeza del chico mientras comenzaba a acariciar ahi.

— Si, son como unas almohadas suavecitas

Solto una pequeña risa y entonces se acerco, sentandose cerca de ella solo para poder acostarse y entonces apoyar su cabeza sobre su regazo.

- Es... mas comodo de lo que pensaba.

— Si puedes, ven aqui y te hago cariñitos

¡Wow! ¿Puedo poner mi cabeza en tú regazo?