Por primera vez sonrió. Era el alivio que la confesión de Nazli había dado al rey quien no dudó en corresponder a sus palabras.-

—Te amo, Nazli, desde siempre.

Vamos a casa

-Respondio mientras miraba sus ojos, eso justo antes de darle un pequeño beso en los labios-

Te amo Axl...

—Volvamos a casa.

Con lo pulgares, secaba con cuidado las lágrimas que resbalaban por las mejillas ajenas, esperando en el proceso que su esposa aceptara la petición.

-Una sonrisa se dibujo en sus labios, una que no se había mostrado en tanto tiempo, reservada solo para Él, sus manos se colocaron sobre las ajenas mientras correspondía con ternura a aquel beso, mientras sin poder evitarlo dejo escapar un par de lágrimas-

Qué dicha embargó al monarca al escuchar a su esposa con tal determinación. Algo que siempre había admirado en ella y que hoy día, se regocijaba de poder apreciar de nuevo. Acarició la mejilla con los nudillos enrollados de las plateadas hebras de su cabellera.

—Lo haremos juntos, Nazli. Te lo juro.

Delicado, colocó los dedos debajo del mentón ajeno y dispuso esa hermosa boca al alcance de la propia para besarla.

Lo son...yo llevaba a dos de ellos en mi cuando te perdí

-Tomo la mano libre de su esposo y la sostuvo mientras el enredaba sus cabellos en la otra-

Axl...yo no quiero vivir así, te amo, jamás he amado a nadie como a ti, yo soy quien más hubiera deseado que las cosas fueran diferentes, no haber lastimado a nuestra hija, que Ayax y Nain crecieran contigo, y soy quien más desea que esto sea diferente...ayúdame a arreglarlo.

De alguna manera, el argumento de Nazli fue avasallador, capaz de derrumbar cualquier intención cordial. Se tomó su tiempo, no para pensar una decisión, sino para expresarla.

—Fuimos e hicimos. Mi vida entera has sido tú, pero ¿No son nuestros hijos una extensión de nosotros mismos? No reprocho, vida mía, el que hayas volcado tu tristeza en quien lo hiciste, pues fue mi ceguera la que no me dejó apreciar que habían otras opciones menos desastrosas que la que tomé ese día.

Tomó un mechón del cabello ajeno, y lo enredó entre los dedos mientras fijaba su mirar en la ajena.

—Podemos, si estamos dispuestos. Tenemos una nueva oportunidad ¿Vamos a desperdiciarla con hechos del pasado y que en el pasado debieron quedar?

Lo juraste por tu vida y aún así la diste por alguien más... Y yo destruí la vida de esa persona, dime Axl...¿Podemos con eso?

- Miro la leña en el suelo y luego le miro a los ojos esperando una respuesta, mientras jugaba con sus dedos y el anillo que llevaba en uno de ellos -

Caminó directo hacia Nazli, tomando el bulto de leña para luego dejarlo caer a un lado de ambos.

Las varas se dispersaron desordenadas, salvándose del abrasador destino que les esperaba.

—Te recuerdo, que fuiste tu quien se alejó de mi aquella noche. ¿Acaso no soy tu esposo, aquel que te juró por su vida cuidar de ti? Jamás fue mi intención juzgarte.

-La voz de su esposo le despertó de su transe, había pasado gran parte de la mañana en le bosque, trayendo leña y comida , giro su vista hacía él al oírle hablar-

Axl.. he deseado verte por muchos años, me preocupa que ahora seas tú quien no pueda verme a los ojos sin sentir rencor por mis actos..