-Luego de acomodar el saco en el armario y la corbata, se acercó a ambos varones al escuchar su charla a lo que ella simplemente sonrió y tomo del brazo a su prometido y mirando a Zet-
Ah si, no he podido encontrar un sabor de té que le sea de su total agrado…¿les parece que pasemos a desayunar al comedor mejor? Es bastante extraño hacerlo aquí en la habitación.
-Dijo con calma mientras miraba a ambos y luego disponerse a salir de aquel cuarto-
*Sonrió tan agradado por cómo lo recibía su amada extendiendo sus brazos para recibirla dejando un leve beso en la frente de ella, más al ver como tomaba su saco este sonrió por un momento*
_Querida no tenías por que... _
*Al ver como aquel sujeto se le acercaba este lo detalló de arriba hacia abajo dejando sus sentidos lo estudiarán y impregnara del poder ajeno, más no se preocupó de tanto sólo extendió su diestra hasta sujetar la contraria mirando a los ojos aquel varon*
_Mi nombre es Tiamat de Uruk... No a de ofender ante su presencia más mi prometida afectó mantiene a su familiar, y si ella es feliz no tengo porque oponerme a ello.... _
*Sonrió Al soltar la mano ajena pero sin alejar la atención del visitante*
_No debes sentir incomodidad si sientes mi energía por toda la casa, es mi única manera de proteger lo que amo.... _
*Al instante llevaría sus manos a los bolsillos mirando a su amada*
_El te lo rechazare por el momento no logró acostumbrarme a su sabor..
" Por fortuna para el Basilio había preparado suficiente para tres, el olor de ese varón ya le había percibido de ante mano, su llegada no le molesta, tampoco le sorprende, sirve el azúcar mientras escucha, observando al caballero de reojo, fue hasta entonces que Zet pudo relajarse, le inquietó desde un principio la energía que le vigilaba mientras caminaba por la casa, sin mencionar palabra el varón ofrece discreción mientras la dama recibe a su prometido como es debido, si algo es claro es que Zet tiene en su corazón a la mujer Natsuki cómo hermana.
- Me disculpo caballero, no pretendo ofender, bienvenido a su hogar, mi nombre es Zet, un hermano de otra madre, mucho gusto y por favor sírvase a gusto, he preparado suficiente para compartir un agradable desayuno.
" Zet se acerca al caballero extendiendo su diestra, busca estrechar su mano, algo común entre caballeros que se respetan .
-Al mismo tiempo que su prometido hacia su entrada por el balcón, ella salía del baño ya vestida y peinada. Dirigió su mirada entonces a él y sonriendo se acercaba a su persona para así recibirlo con un abrazo-
Bienvenido seas cariño…me alegra que estés en casa…
-Comentó bastante animada para después tomar el saco que colgó y acomodarlo en el ropero-
*Nada podría evitar impregnarse entre la habitación, su forma corporea se reestruccturaba tan lentamente mientras por el balcón su sonrisa acompañaba su elegante vestir, al segundo que aflojaba el nudo de su corbata y desabotonaba algunos botones de su camisa*
_El balcón se mantiene abierto a mi llegada y nunca esta desprotegido, sólo dejó acercarse a quien a mi amada considera familia_
*Musito quitando su corbata y sacó para dejarlo en un tendedero observando a su corazón entre sus vestimentas sonriendo tan calmado*
_La belleza que siempre me apasiona ver luego de tanto labor _
-Estando ella en el baño lavando su rostro tranquilamente y recogiendo el cabello le escuchaba; bastante sorprendida por todas las acciones que hizo durante la noche que ni siquiera se percató de su presencia, seguramente había estado bastante cansada que no estuvo alerta para nada-
Bueno…sabes que mis rosas negras son de una mezcla especial…sobre tus lobos, descuida tengo a los míos y a mi cuervo que vigila en ocasiones. No pensé tener esta “visita” innesperada..
-Chasqueo sus dedos y en un “poof” sus ropas cambiaron a las habituales que acostumbraba llevar-
" Un Basilio es un caballero, sus ojos se mantenían siempre dónde debían, espero su momento para recibir a la dama como era debido .
- Bueno.. estuve entrenando, soy hábil, tu sueño es pesado, no dormiste bien por lo que veo, tus libros estaban en el suelo, la verdad llegué anoche, como a media noche, pero te veías tan bonita dormida que no quería despertarte, recogí un poco tus cosas, ya regué tus plantas, las rosas negras siguen siendo igual de peligrosas Natsu, sabes pienso que te haría bien compañía de un par de lobos Basilios, puedo ordenar a la armada que te traigan una pareja por seguridad, creeme son muy hábiles, inteligentes y efectivos, además de ordenados, Natsu quieres miel o azúcar en el café ??
-Estaba tan concentrada en sus propios pensares que no se había percatado de la presencia del Basilio hasta que le escuchó hablar y luego colocarle la bandeja con comida lo cual parpadeo y volteo a verlo-
Zet…pero..¿en qué momento llegaste? No te percibi en ningún momento.
-Sonriendo se dispuso a ponerse de pie no antes el colocarle la bata pra así dirigirse al baño y hacer lo que le pide-
- Buen día mujer, dime .. no pierdes tu costumbre de dormir sin seguridad en el balcón, puede ser peligroso, no sabes cuándo un Dragón malvado se colará a tu recamara con intención de .. comerte .
/ Con una sonrisa tranquila el Basilio se acercaba por la espalda de la dama con una bandeja en manos, en ella le había preparado café, algunas tostadas y las famosas galletas de Nairobi .
