Es tan fácil decirlo y tan fácil olvidar...

-Respondió con sencillez, sabiendo que era casi imposible que él conociera el amor por cuenta propia, pensando que era la misma situación para el antiguo rey del infierno.
En las emociones del ángel sólo existía la empatía y el deseo de proteger, un verdadero cariño era imposible pues eso podría evitarle seguir sus labores como el señor esperaba, era lo más cercano a una simple marioneta y lo sabía, se veía a sí mismo como un simple peón.-

Antes de tu caída... todos vimos lo que los sentimientos son capaces de lograr en su estado más puro. Tu envidia, tu egocentrismo y querer superioridad te condenaron, Lucifer.
El señor decidió que no era algo bueno para nosotros el sentir tan vivaz como tu, que todos terminaríamos cayendo en el mismo abismo y, justo por eso, nos ha privado de ellos.

—Si. . . si con eso gano tu Corazón— Sin titubear respondió afirmativamente, ni el entendía tal sumisión hacia él, pero deseaba que ese ángel fuese suyo de forma correcta. —Es confuso también, me provocas algo que los demás no, considerando que no hace mucho te conozco. . . será aquello a lo que llaman "amor a primera vista"?— Inclinó un poco la cabeza ocultando parte de su rostro con su flequillo, mastraba también una sonrisa más pronunciada, sin duda disfrutaba de ese sentimiento que inundaba su ser. —Es. . . agradable — Dijo para si mismo, haciendo referencia a aquel sentimiento.

¿Hasta tu libertad?

-No titubeo en decir ello, manteniendo la mirada fija en él. Por supuesto que esperar una declaración así le tomó por sorpresa, pero no iba a bajar la guardia ni a creerle con tanta facilidad, terminando por apoyar su rostro sobre la palma de la mano derecha.-

¿Realmente te gusto a tal grado? Me parece increíble~

Sacudió aquellas orejas bajando estas mismas hasta perderse entre las hebras del cabello y así desaparecer. —Eso es verdad, gustar tiene significados variados, pero no es esa clase de gustar que mencionas, estoy seguro que los sentimientos que nacen por tu causan son como la de los humanos cuando encuentran a su persona especial, el caso es que al verte me nacen las ganas de ofrecerte todo de mi—

-Terminó soltando el par de orejas felinas, tomando asiento a su misma altura y mirándolo fijamente.
Parecía que su sentido del humor era inexistente pues no le causó gracia, pero no era así, simplemente su expresión facial era demasiado controlada.-

¿Y la verdadera razón? No esperarás que te crea tal cosa, Viktor...

-Sabía que su atractivo divino era innegable, pero eso no significaba que fuera a alardear al respecto, menos que un ser inhumano como ellos se viera afectado por tal "belleza"-

Además... "gustar" tiene demasiados significados... Como a un lobo le gusta comer carne, cazar, matar...

Concordaba con sus palabras, aquel cuerpo solo era eso, un cascarón que continuaba con su periodo de vida, eso implicaba envejecer día con día y así debia ser si lucifer quería vivir cómo un insignificantes ser humano. —¿Por que sera?— Preguntó sabiendo la respuesta, solo quería verse ingenio por un momento, antes de continuar hablando. —Debe ser por que eres tú y porque haz logrado cautivarme, pues de ser otro ya habría perdido su mano. . . — Sus esfuerzos por ser ridículamente cursi y amable con el angel eran nulas, le nacia comportarse así debido a que se sentía atraído por él. —Es claro que me gustas—

-Se quedó mirando a detalle las curiosas orejas. Habría jurado que sólo eran un adorno con tiara o algo por el estilo, pero la sorpresa fue ver que estaban unidas a él.-

Podrás haberte quedado con su cuerpo, pero no con toda su esencia, porque sigue vivo.
Lo sabes ¿no es así? Su vida humana continúa con naturalidad aún contigo en él, envejecerá y morirá cuando el momento llegue.

-Agregó, después de todo un humano no podía volverse divinidad aún si una tenía control de su cuerpo, era una simple carcasa perecedera.-

Yo no he hecho nada, Viktor... tu eres quien se muestra dócil cuando quiere. La duda es ¿Por qué conmigo?

Parpadeó un par de veces fingiendo confusión ante aquel primer juego de palabras, antes de soltar un pequeño quejido al ser tomado y jalado de tal forma, aunque no sintio dolor, involuntariamente ese sonido escapó del interior de su boca.

—¿Eso crees? A veces pienso que sigue aquí, sus recuerdos me atormentan de ves en cuando— Lo sabia pero a veces dudaba de ello. Sonrió cerrando a la ves los ojos, mostrando una angelical expresión, mucho más "inocente" que la del angel. —Me sorprende esa confianza y el hecho de que hayas logrado dominarme como lo haces justo ahora, eso quiere decir que nos estamos llevando muy bien, ¿verdad?— La manera de tratarlo no le molestaba, al contrario, eso de cierta forma le gustaba.

Olvidas el registro de Vitae ¿No es así?

-Murmuró apenas, enarcando la ceja para terminar acercándose y tomarlo por una de las orejas, jalando suave de esta sin pretender lastimarlo, sólo queriendo hacerle agachar para observar mejor.-

Viktor Kramer... La existencia de ese pobre hombre terminó en el abismo cuando decidiste tomar su cuerpo. Pero claro, tu no puedes habitar este mundo sin poseer a alguien, a diferencia de mi.

—Pero soy alguien indefenso, con un cuerpo tan fragil a mi disposición me hace blanco facil para mis enemigos— De cierto modo era en parte cierto lo que decía, su recipiente era el cuerpo de un humano igual de fragil que el resto; sin embargo, bien podia exponer su forma real para evitar fuese dañado.