- Oh, ahora comprendo mejor todo. Bien, en ese caso, deberé aprender a manejar esas armas tuyas que lanzan fuego y son muy ruidosas.

La practica hace al maestro, si, pero no es lo mismo un " saco de boxeo " que una persona armada hasta los dientes lista para matarte, la experiencia es un arma mas letal.

- No consideras que Cham Cham es una profesional? -Arrugó su entrecejo mostrando un leve mohin de cierta tristeza.- Cham Cham ha entrenado muy duro para ser una buena guerrera.

Seguro que si, por mientras... no te metas en problemas, déjaselo a los profesionales...

- Vaya, esto es muy impactante. Algún día, seré igual de valiente como tú.

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Feos y numerosos, por suerte a lava los extermino.

- ¿Dioses de humo? -Miraría sorprendida al hombre con verdadera curiosidad.- Dime ¿Cómo eran, Nathan? -Cuestiono al hombre, siguiéndolo y sin temer de él, literalmente estaba acostumbrada a las prácticas de aquel cazatesoros.-

Mate dos dioses de humo en el pasado... no creo que tengan que ver en esto...

Nathan, no eres un mal hombre. Cham Cham no puede comprender porque esa mala dicha de la situación te persigue. Quizás, los dioses se empeñan en qué seas tú quién de una solución

En que lios aun no me meto querras decir.