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Lo observa con asombro mientras parecía ya estar preparado, después de todo ¿Cuantos se encontraban ya preparados para un día de playa? De igual manera era genial, por lo que sus ojos brillaron con una chispa de felicidad, se tomó la libertad de tomar sus prendas y doblarlas a un lado del cesto.

—Claro, me encantaría una conversación con usted. ♡

—No se preocupe por eso señorita.—

Apenas mencionó eso se levantó lentamente para empezar a quitarse la ropa con la misma velocidad, una velocidad constante que no variaba empezando por su chaleco, corbarta y camisa seguido de sus zapatos y medias para finalmente su pantalón mostrando uno de esos shorts playeros que sirven para nadar. Al ser alguien que se perdía fácilmente estaba preparado para ese tipo de situaciones. Su cuerpo delgado mostraba estar en buena forma lo que quería decir que el albino hacía ejercicio seguido, luego de eso se volvió a sentar para doblar y acomodar su ropa para comentarle.

—Ya estaba preparado jovencita. ¿Le gustaría una suave conversación?.—

Preguntó haciendo una corta reverencia con su cabeza observando los ojos ajenos.

— Vaya, gracias por el cumplido ~ Caballero ¿No le molesta acaso tener tanta ropa? A unos metros hacia el norte venden trajes de baño y algunas otras cosas digo, para aliviar un poco el calor <3

Sacó su botella de agua de su canasta y se dispuso a beber un poco, el calor era enorme y ya unas gotas de sudor asomaban sobre toda su piel.

—Gracias por el halago, en su caso me parece muy hermoso su cabello plateado—

Al mencionar esto dicho sujeto sonrió de manera amable a medida que levantaba su mano izquierda con suma delicadeza para acomodar su peinado el cual le bloqueaba un poco la vista para luego aflojar un poco su corbata facilitando así su respiración para finalmente tomar aquello que le fue ofrecido con ambas manos con gran elegancia, lo cual era una de sus mejores facetas.

Observó los peculiares ojos azules de su acompañante y tal como lo prometió abrió la canasta que llevaba a su lado, tomó uno de los sandwiches así como un vaso y un poco de fresco, se dispuso a servirle y después habló con algo de energía

—Que lindos ojos.♡

—Aceptaré su propuesta joven dama—

Tras eso el albino se acercó un poco más sin antes quitarse los zapatos para luego flexionar ambas rodillas las cuales apoyó en aquella manta con sumo cuidado y educación digna de un caballero como él. Su mirada estaba baja cuando se flexionó pero al acomodarse la levantó un poco resaltando sus ojos azules.

—Perfecto!! Que le parece si se sienta a mí lado y le sirvo unos sándwiches? ♡

—De acuerdo señorita—

—No se preocupe ya que está aquí que le parece hacerme compañía? ♡

—¿La playa?...—

En efecto, al voltear a ver el paisaje pudo observar que se encontraba en alguna costa desconocida llena de arena y frente al mar.

— Me volví a perder...—