Narve

Sí que se tomó el tiempo de observar las piezas clásicas y de gran valor que tenía a mano Demarcus, era sin duda un hombre de gustos refinados y únicos y aquello le complació sobre manera considerando claro que antes de ser un empresario era un artista – y hechicero de cierto modo – pero aquello no era algo que hablara día a día, al menos no hasta que sospechas o intereses mutuos sobre lo arcano surgieran.


– [med]Hmm hermosas piezas, quizá alguna vez le agrade pasarse por mi galería, me encanta el Oleo, pero debo admitir que mi otra gran afición es la escultura. Quizá luego de los negocios le agrade pasarse por allá. [/med]

Dijo de modo honesto y encantador el pelirrojo quien asintió a Mark, y más bien se quedó en la puerta, cerrando esta tras de ellos, mientras entraba a la oficina sabiendo que era hora de hablar de negocios, trajo consigo aquella maleta, y por ende sus ojos dorados volvieron hacia donde estaba Demarcus, simplemente poniéndose confortable, a la vez que cruzaba una pierna sobre la otra, ladeando su rostro y observándole expectante ya que la reunión había comenzado, fue en ese momento que añadió.

– [med]Mark puede esperar afuera, podría decirse que es mi "Asistente y Agente de Seguridad", y prefiere no inmiscuirse cuando se trata de negocios, pero puede ser agua, si es que no le molesta, a no ser que claro, recomiende algo más. [/med]

Añadió así con elegancia el pelirrojo no forzando el trato o extendiendo con impaciencia los negocios, de hecho aquello le era placentero, era un hombre paciente y los modales nunca pasaban de moda, y por lo que veía tenía aquello en común con el varón que se encontraba frente a él, arqueando su ceja y sonriendo a medio labio para así acomodar un poco su corbata, y observar en detalle los alrededores de aquel lugar donde la reunión se llevaría a cabo, siempre tomando en cuenta su entorno por diversas razones.