Sabía que no podía mentirle y tampoco tenía el corazón para hacerlo por lo que se puso de pié e hizo a un lado la capa que le cubría mostrando así en su costado una herida que se veía poco cuidada. La infección se estaba propagando, cada día comía menos. — La única doctora que puede atender mis heridas está en el pueblo y Kiara jamás permitiría que me acerque...— murmuró volviendo a cubrirse con su capa. — No pienso volver si no es con Lillia y mi cachorra...—
A decir verdad estaba un poco decepcionada, suspiró, moviendo con el aire que exhaló el fleco que casi cubría sus ojos, lo hizo a un lado para que no estorbara. —Entonces será en otra ocasión... ambas necesitan descansar bien.— Se sentó al lado de Naqi'a y buscó tomar su mano entre las propias. —¿Tú cómo estás, hermana?...— No pudo ocultar su preocupación, su hermana mayor se veía cada vez más triste y demacrada, era apenas una sombra de la mujer firme que recordaba.
Aaliyah estaba haciendo todo lo posible por ayudarla, pese a saber la verdad eso no había logrado que el cariño e ideas de su hermana menor cambiarán. Era un alivio a decir verdad. — En este momento están durmiendo, lo mejor será no molestarlas si no quieres desatar su ira. — bromeó guiñando su ojo derecho. Se acercó para tomar las cosas, y sonrió hacia su hermana, su expresión mostraba total alivio. — Todo esto es de gran ayuda Aali, te lo agradezco mucho.
Sacó la lengua ligeramente, era complice de ese crimen. —Que se enfade, no le tengo miedo.— Se quitó un bolso que llevaba cruzado y lo acercó para colocarlo sobre una mesa que estaba libre. —Traje cosas para Lillia y el bebé, esperaba poder conocerla al fin.
Sonrió un poco, estiró su cuerpo y se puso de pie. — Supongo que nuevamente te escapaste de tu hermana para venir hasta aquí. — negó con su cabeza. — Un día va a enfadarse de verdad, es suficientemente malhumorada. —
