siendo revelado pronto su plan: una sutil mordida a la mejilla de Naomi, breve, que acabaría con la morena reincorporándose nuevamente en firme postura. No tendrá las palabras adecuadas siempre, y no será la mejor en cualquier categoría por igual, pero ese simple gesto que pudo dar, es al menos, una pequeña forma de recordar que se encontraba ahí, con ella, en ese preciso instante no podrían tener menos importancia las demás personas, si toda la atención se la estaba robando la única persona que se encuentra junto a ella.

━ Eres única, te lo recordaré las veces que quieras.

Pronto asentir anexó, un sonreír que a su rostro adornó con una facilidad sin igual. No tenía porqué lucir alguna mentira, el pensar actual de Jingu es genuino: a sus ojos, Naomi no tenía ninguna competencia.

Es un hecho cierto que, de no ser por el tiempo que posee conociendo los sucesos de Naomi, en ese momento no sería capaz de comprender gran parte de sus deseos, de los pensares, incluso gestos mínimos que pudiere ofrecer, y aunque suela ser tal cuál un libro abierto hacia sus respuestas como pensares, interpretar las razones resultaba inevitable.
Sucedió por igual, con ese apretón que le pudo dar, incluso el modo en como aquella pudiera reaccionar por esa verdad es suficiente para saber que tenía la razón, algo de lo que se sentía bien conoces, después de todo, de esa forma sabría que hacer para lograr perdurar esa ajena felicidad, y asimismo, ejercer una sutil ayuda a la gran inseguridad que con los años pudo generar.

━ ¿Y qué otra cosa podría decir?

Agregó entonces, mas no ofreció a la distancia una tregua, siendo que la misma Jingu se inclinó poco más de la cuenta tan pronto como aquella preció retroceder. Mas fue a reclamar un mayor acercar apenas se pudo inclinar, [...]

[...] alguien más, por eso se arrepentía terriblemente de lo que acababa de decir y ahora, la tenía sujeta.
Había dejado ir a muchas personas en su vida... Pero a Jingu no quería dejarla ir, se rehusaba a hacerlo. La carcajada que soltó la más alta le devolvió a la realidad y ante la cercanía su rostro enrojeció, se hizo ligeramente hacia atrás en busca de recuperar un poquito la distancia o si no, sentiría que iba a morir de verguenza, aunque la gota que hizo estallar sus nervios fue claramente escuchar algo como eso por parte de su contraria.

—J-Jingu... C-Calla... Qué vergüenza.— Acto seguido se llevó la mano libre al rostro, palmeando se las mejillas en un intento de bajar el sonrojo. De alguna forma Jingu habia adivinado lo que por su cabeza rondaba y había dado justo con las palabras que necesitaba oír en ese momento.

Claro que no, Ya no importaba que tanto le dijera, ahora... Sabía que no lo diría para herirla... Y si la hería, quizás lo dejaba pasar, porque era de ella quien se trataba. Solo por esa única razón, Naomi todos éstos años había estado perdonandole todos los insultos. Aunque la verdad era algo que ya no tenía importancia si ahora era probable que las cosas entre ellas comenzaran a cambiar, después de todo, ahora había algo más entre ellas, algo más que una simple amistad.

—. . .¿. . .?—Se encontraba ensimismada, pensando en las posibilidades que habían en el futuro de que Jingu, haciendo amigas, encontrará a alguien más. No sería la primera vez que alguien le decía quererla y al poquito tiempo la cambiaba por alguien más, incluso podría decir que se encontraba acostumbrada a eso. Y no les culpaba, comprendía el por qué, Naomi no se consideraba una muchacha atractiva, divertida o interesante, se consideraba todo lo contrario a eso. Tenía miedo de que Jingu fuese a cambiarla por [...]

No sería una sorpresa que terminare teniendo diversos cambios en cuanto a lo que pudiere decir al respecto de Naomi... Aunque estaba tan acostumbrada al insultarla que seguramente se le escaparía alguno a nueva cuenta, que quizá termine disfrazando con otras palabras bonitas. De todas formas, eso no cambiará en nada el como se encuentren.

━ ¿Hm?
Se le vio curiosa por algunos momentos, girando el rostro hacia aquella mujer; ella misma no es la más amigable al respecto, aunque si lo decía de esa forma, posiblemente una pizca de razón encuentre.
Pero lo que más atrajo su interés, fue la última acción, provocando que la morena dejara ir una carcajada.

Se inclinó hacia Naomi, suficiente para reducir la distancia entre cada rostro a lo mínimo posible, con ello, le mostró una nueva sonrisa, estaba llena de confianza.

━ Bueno, podré conseguir amigas, pero ninguna mujer que se compare a mi gordita. ¿

Presidente que de alguna forma su rostro vá a cocinarse por los calores que le darán junto a la mayor. No acostumbraba a los halagos, mucho menos por parte de Jingu quien en el pasado se la pasaba insultandola, ahora que le dijera cosas bonitas hacía que su corazón se alterara. Quizás hasta podría salirse de su sitio.

—¡De verdad! — Se declaraba una simp de aquella hermosa sonrisa que Jingu tenía, y estaba segura que muchas más personas serían admiradores de ese rostro ronriente, Jingu era muy atractiva en todos los sentidos.

—Deberías hacerlo ¡Seguro conseguirás muchas amig-. . .!— se atragantó, se tragó sus propias palabras e inconcientemente se aferró un poco más al brazo que tenía sujeto.—... muchas amigas. —De repente se le escapó el lado posesivo. (?)

No piensa ocultar el gusto que trae ver a la menos alta con el carmín adornando su expresar, es suficiente para que desee comentar más cosas similares, por el simple deseo de mirarle colorada más de una vez.

━ ¿De verdad?
Es cierto que no suele mostrar un rostro amigable el mayor parte del tiempo, aunque quizá, en momentos donde esté presente Naomi eso pudiera cambiar. Mas eso no evitó que desviara por segundos el mirar, usando el dedo de la mano libre para sobar su propia mejilla.

━ ... Si tú lo dices, podría hacerlo más seguido.

Y sus mejillas seguían ruborizadas, no esperaba ser descubierta tan pronto, pero ante la duda, negaría todo. Le daba verguenza, aunque estaba claro que sí había querido que se lo dijera, y sí le había gustado escucharlo.

—¡N-No soy obvia! — ahora dio un saltito pequeño a causa de la verguenza, aunque al final dejó de protestar al verla sonreír. De las primeras veces que veía sonreír a Jingu, le encantaba.

—Deberias sonreír más seguido...~ —

Y ahí está mirándola una vez más, no va a negar que le gustan los ojitos de todas formas, aún así volvería a reír, ¿sí le dijo que se veía bien? Le daban ganas de repetirlo varias veces.

━ Eres muy obvia.
Quedó con una sonrisa plasmada, cerrando el ojo. Tan tierna, ah. ¿

Uy, ahora que sabe que funcionan, se va a aprovechar de eso. De hecho le hace ojitos otra vez y suspira, quiere un besito pero le da verguenza pedírselo, al menos por ahora.

—N-No es cierto — La descubrieron, ahora sus mejillas se ruborizaron un poco. (?)