Añadió con cierta molestia y a regañadientes, no le gustaba hacer sentir mal a la gente, aunque de todas formas sabía que a Jingu no le molestaba, al contrario. Parecía divertirle molestarla todo el tiempo.
—¡T-Tu sabes mejor que nadie que lo he intentado todo!...—
Esta vez su voz sonó temblorosa, la morena no estaba teniendo filtro al hablar. Despues de tantos años de conocerla, tendría que estar acostumbrada a eso pero.. ese día en psrticular, esas palabras le habían dolido mas de lo usual. Quizas por todas las cosas que estaban sucediendole recientemente. Quizar Jingu tenía razon, su cuerpo redondito era el causante de todos sus problemas. Se mordió el labio inferior en un intento de sobrellevar su creciente impotencia y apretó ligeramente las manos.
