codo contra la pierna, y dejó caer el mentón contra el dorso de la mano. Es expectante de lo que pueda realizar, más bien, de la valentía que incluso pudiera intentar mostrar con tan solo las palabras que Jingu pudiera mencionar; aunque enarcó una ceja, ¿esa era la mejor idea que le había llegado a la cabeza? Alzó los hombros, pues, denotando el poco interés por el comentario.
━ Adelante, quiero ver que lo hagas, ¿o es que además de gorda, eres una cobarde?
Remarcó luego. No hay palabra que libere, que pueda ser una mentira, mas como la misma Naomi pudo mencionar: conoce el esfuerzo que ha podido llevar por el cambio de la figura, fracasando en el procedo deliberadas veces, y sin embargo, no por ello cambiaría su opinión, ni mucho menos los tratos que pudiera tener en contra de la más baja. La propia agresividad de sus comentarios serían liberados tantas veces pudiera desear, cada hecho sería repetido, palabra, gestar, es un hecho que la morena no impondría ningún tipo de gentileza para la fémina opuesta. Se ríe luego, es inevitable tal acto.
━ Lo sé, ¿y eso qué? Es tu culpa el no haber intentado con más esfuerzo.
Entrecerró los ojos, la observaba de vuelta. Arriba, abajo, cada tramo del otro cuerpo que tan grabado ya estaba en su memoria. Terminó acomodándose contra el asiento, puede verse perfectamente como la albina cola está moviéndose lentamente de un lado a otro, serpenteando con severo cuidado. Posó e
[...] Estaba tan enojada que intentando suprimir palabras no agradables para los oidos terminó mordiéndose el labio inferior hasta el punto de enrojecerlo. Verla sentarse frente a ella el pareció tan cínico de su parte que le hizo soltar una risita incomoda.
—P-Pues.... S-Si no te vas entonces.... Entonces tendrás que asquearte viendo toooda ésta grasa que taaanto te disgusta mientras me cambio. ¿Eso quieres?.—
Aguardó silencio. La verdad es que tenía razón, pero... Ella estaba orgullosa de su cuerpo, si bien sabía que tenia muchos kilos de más, era con lo que le tocaba vivir, ninguna dieta le habia funcionado, ningun ejercicio le funcionaba tambien y por eso habia aprendido a aceptsr su cuerpo tal cual era, pero era demasiado pedirle a los demas que la aceptaran tambien. Naomi frunció el entrecejo al escucharla, algo en ella se encendía cuando los demás la criticaban, sin embargo nunca respondía. Siempre se dedicaba a sonreir como si nada le importara. ¿Quizas el conocer a Jingu le permitía expresarse libremente?.
—Debes estar bromeando, eres la que mejor sabe cuanto me he esforzado intentandolo...—
Ahora una de sus manos bajó a la cama, apretando con fuerza una de las frazadas, se dentía juzgada, odiaba sentirse juzgada. Sus mejillas se ruborizaron, impotente por las palabras que la mayor estaba diciendole. ¿Quien se creia que era? ¡No era su culpa ser gorda! [..]
No tenía problema alguno en repetir lo anterior, criticar la figura contraria sin inconveniente y, del mismo modo, carcajearse desde su perspectiva sobre estos mismos hechos. Ciertamente, el comentario que recibe de Naomi no hace más que intensificar lo que pudiera agregar en su habla.
━ No has intentado suficiente, solo mírate.
Después, le señaló, movía el índice de arriba a abajo, remarca de lleno toda la silueta de la más baja. No había intención de detenerse tampoco, no toma en cuenta si lo que pudiera causar resultaba en una negativa por la parte contraria, suficiente como para tomar asiento en una de las sillas dentro del sitio. Las piernas entonces se cruzaron, y de ser un lugar extendido, ya hubiera estirado cada brazo a los costados. Nuevamente sonrió, un todo más firme, que incita al retar, es el que le seguiría.
Añadió con cierta molestia y a regañadientes, no le gustaba hacer sentir mal a la gente, aunque de todas formas sabía que a Jingu no le molestaba, al contrario. Parecía divertirle molestarla todo el tiempo.
—¡T-Tu sabes mejor que nadie que lo he intentado todo!...—
Esta vez su voz sonó temblorosa, la morena no estaba teniendo filtro al hablar. Despues de tantos años de conocerla, tendría que estar acostumbrada a eso pero.. ese día en psrticular, esas palabras le habían dolido mas de lo usual. Quizas por todas las cosas que estaban sucediendole recientemente. Quizar Jingu tenía razon, su cuerpo redondito era el causante de todos sus problemas. Se mordió el labio inferior en un intento de sobrellevar su creciente impotencia y apretó ligeramente las manos.
Añadió a nueva cuenta. No pierde la sonrisa que ahora causa la expresión contraria, y mucho menos la mirada que antes le a ofrecido. Una mano acaba en la cintura, la otra se alza y mueve lado a lado cuando otra risa escapa.
━ Deberías hacer ejercicio, estás demasiado gorda.
Esas palabras le dolieron, si bien estaba rellenita, el sosten era bastante grande ¿Cómo podía ser que ahora no le entrara? Desvió la mirada ligeramente sosteniendose la prenda con los brazos porque al no poderla abrochar habia quedado suelta.
