—Supongo que no —Dijo ella sonriendo al comprender que era cierto. Ya encontrarían el modo de volver.-

-Otra vez de detuvo pensativo claramente no sabía porque no tenía sentido de la orientación-

Si estamos juntos el destino importa?

-se acurrucó contra su pecho desnudo cuándo la levantó. Hacía frío pero la temperatura corporal del varón era agradable que se sintió muy cómoda al instante.-

—¿Sabes a dónde ir?—

Siempre me pierdo por estos paramos y necesito a una guia profesional conmigo.

-La cargo lentamente entre sus brazos como si fuese una princesa y la acomodó muy bien para que se sintiese a gusto-

Caminemos juntos

-Se dejó abrazar, correspondiendo con todas sus fuerzas, aunque se sentía un poco débil aún.-

—Solo salí un poco... No esperaba alejarme tanto.—

Ven acá.

-la abrazo y la cubrió entre sus brazos para que se sintiese segura, incluso empezó a besar su frente acariciando de forma tranquila su espalda-

La extrañe mucho! No debió perderse

-Es mañana había salido al bosque. No se sentía feliz del todo. Las mañanas eran tristes y las noches silenciosas. No se había dado cuenta del porqué, hasta que vio no muy lejos de donde ella estaba, la silueta conocida de un recién conocido. Se acercó despacio, pues no quería ser impertinente si interrumpía algo.-

Si la elfa no viene a ti, tú irás a la elfa -deambula por el bosque haber si encuentra otra vez el reino dónde la vio por última vez-