la mayoría de los empleados comprados. Al llegar, no hubo mas remedio, su "cita" aun no estaba en la mesa como se había acordado; una mueca de disgusto y desprecio fue dibujada en su semblante. Aun no podía actuar, si quería realizar sus propios planes, debía ser paciente y esperar a que apareciera el susodicho.

Con la molestia en sus hombros tomo asiento, ya quería golpear a alguien. Realizo un chasquido con sus dedos, era su costumbre que solo con esto cualquiera se inclinara ante sus caprichos; estaba llamando a la mesera que se supondría atendía la mesa esa noche.

—Trae un bourbon con hielo..— Sin duda se llevo una sorpresa al ver a su camarera, "carne fresca" según sus ideas. La reviso de arriba a bajo y en ese instante su humor le cambio. —Vaya... En este lugar por fin mejoran las cosas, ya era hora de que la pocilga tuviera buena vista.

Su mirada no dejo un solo centímetro del cuerpo sin recorrer, por un momento, el azabache cambio su objetivo esa

—Jefe, llegamos.
—Jm... Quiero su sangre o la tuya, Rob. Por tu bien, espero que ese bastardo cumpla a la cita.

Llego entre un espectáculo como cualquiera en su posición, cuatro carros idénticos en cada detalle llegaron hasta la entrada y del tercero bajo el azabache. Mostro una mirada fría y calculadora que buscaban a cualquiera que no fuera común dentro del lugar. Para alguien como Abner, ahora Kazuo, identificar a cada persona era vital; sabia que un error le podría costar incluso la vida.

No dijo ni hizo mas que caminar para que un fuerte grupo de seguridad lo siguiera a su paso, en la entrada no lo detuvieron, mas bien bajaron la mirada dejando sonar las alarmas cuando detectaron los metales de las armas. Ya tenia reputación en la zona.

Paso directamente a su área predilecta: la mesa privada de póker, aquella donde solo las apuestas de mas de cinco ceros eran llevadas a cabo, era el lugar perfecto para matar a alguien, sin gente observando y con [...]

"suerte", aunque no muchas chicas lo vieran así por la calaña que se acumulaba en el lugar.-


La pelirroja reviso de reojo como no prestarían servicio en la misma sala, pues ella se encargaría de la zona del bar, estaba dentro de los cálculos, en el momento que se desocupo con molestia contenida de un cliente repleto de preguntas superfluas sobre ella, hablo con disimulo activando el dispositivo de comunicación mientras hablo con suma profesionalidad atenta a cada detalle que pudiera comprometerla.

dinero rodeada de gente influyente de diferentes índole, el mero hecho de recibir furtivas miradas a la entrada le hizo difícil sostener la sonrisa dejando que el rubor hiciera diana, aunque puede que la entrada con la albina reforzó la atención recibida, a lo lejos ya se veía al jefe de sala haciendo señales de que se incorporaran inmediatamente, si hay algo que odiaba mas que los tacones eran las ordenes de alguien inferior a ella, se limito a sonreír caminando junto a su compañera para tomar la bandeja, una mirada de reojo fue suficiente para hablar entre ellas y retirarse por su lado con la llamada de un cliente, ahora se concentro en caminar adecuadamente con los tacones y dar servicio.

━━ Jefe de Sala: Tú -Dirigiéndose a la albina mientras la repasaba con suspicacia, pero sin duda parecía "Akane Murosaki" así que se limito con su trabajo- ━ Te encargaras de esa zona -Señalo la zona del casino donde solían mandar las chicas mas atractivas, pues fue un golpe de

[...]

━━ Recuerda que cuando aparezca el objetivo, tendrás que acercarte a el y es importante que lo lleves a la habitación #305 no creo que se r-resista a ti, yo me encargare de los preparativos y de sus guardias, de mientras nos centraremos en dar servicio como parte del Staff y trabajemos por separado en la sala del casino, solo resta añadir buena suerte.



Informacion compartida, el entusiasmo junto a su serenidad es férreo, la zurda es elevada en señal de choque para enfatizar confianza, igualmente le sabia mal dejarla de cebo y la vigilaría ya que ni armada iría, su carmesí se afilo al separar la mirada abriendo la puerta del vestidor saliendo juntas, la previa preparación de conocer el crucero fue vital y con la llegada a la sala. Neru fue intentando sonreír y restarse lo arisco de su personalidad, se mezclaron en la animada sala que convergía luces, alcohol y

[...]

Algo más que deba saber?

—Llevaba el índice a los labio con intriga y su mirada la seguía. Se acordaba de poner un poco de gloss en los labios, de ésos que da ganas de comerse la boca. En su aparente ingenuidad sabía perfectamente lo que estaba haciendo.—

—El tiempo había pasado volando ya cuando se dio cuenta ya estaba yendo hacia al barco con Neru, su compañera en aquella repentina misión que harían juntas. Una vez en el navío y en la habitación del staff saludó a quienes allí estaban y ya a solas con ella pudo por fin empezar a alistarse mientras escuchaba lo que ella le decía, memorizando su nombre código.—

Akane Murosaki... —Susurró tratando de recordarlo mientras empezaba a ponerse su propio atuendo con paciencia pero no en demasía ya que era casi hora de actuar.— Sí, aquí se escucha. —Respondió viendo como ella con aquella peculiar molestia suya se alistaba y éso, pues, le daba cierta gracia.—

Sé perfectamente llevar una bandeja.

—Estaba llena de confianza al decirlo y éso se notaba en su postura. Estaba lista. Un par más de toques en las orejas para ponerlas en su debido lugar et voilá! Era hora de "bailar". De hecho estaba más entusiasmada de lo que hac

llevaría el arma ejecutora, famosa por usar un par "Sig-MPX" decoradas a su gusto y atadas con una cadena, estarían esta vez equipadas con un dispositivo silencioso, daría uso de ellas cuando fuera el momento.

━¿Estas lista, Blanche?, toca que demos servicio en el casino, espero que sepas llevar una bandeja, también confió en tu magnetismo en la seducción para el objetivo, nunca te he visto en acción, pero siento que puedo confiar en ti...compañera.

también retiro los tacones del conjunto y un juego de auriculares que serian casi imperceptibles, entregándole el suyo a la albina, se encamino ahora al otro lado de las taquillas dándose intimidad entre ambas, retirándose la sukajan y todo la vestimenta que traía para guardarla en la taquilla, y vestirse con el atuendo, se coloco las orejitas y tomo asiento mirando los tacones molesta, pero finalmente cedió comenzando a ponérselo, retomando la conversación desde el otro lado colocándose el auricular para hacer una prueba.

━ Te hablare con nombre en clave desde el auricular, hare una prueba



El dispositivo parecía funcionar correctamente a priori, espero confirmación para ponerse en pie, el pensar que tendría que pasearse así delante de tanta gente enturbio sus mejillas con el carmesí y seguramente sufrirá con los tacones, guardo la bolsa igualmente en la taquilla donde

Texto rápido con teléfono para mandar ubicación y concretar detalles entre ellas, no hay que añadir mas, se entiende la importancia de la misión, rápida quedada en el muelle a la hora establecida, es imposible que la pelirroja no se muestre entusiasmada dejando florecer su naturaleza al verla, el saludo tiene que ser rápido, el turno empieza en breve, acomoda su bolsa caminando con ella hasta el barco y ir directas al vestidor del barco, saludando a sus "compañeras" de trabajo, suerte de ser las ultimas para poder tener intimidad para maquinar.


━ Debo reconocer que tienes lo que hay que tener, Blanche, aprovechando que estamos solas recordare algunos puntos; tu nombre en clave en la operación serás "Galletita" y tu nombre en el crucero será "Akane Murosaki", nos comunicaremos con esto.

Dejo su bolso sobre el banco, abriéndolo para sacar el traje de conejita, suspiro de mala gana al verlo

[...]