— Nejire siempre podrá cuidar a su pequeño Amajiki-Kun — ♡

Desmayado, Nejire tendrá que cuidar de el y llevarlo a su casa para tratamiento intensivo. (????)

¡Llevemos uno más para Togata entonces! Pero el de él es más grande que el nuestro sino se verá todo apretado y lo puede romper. ¡No, no! No queremos eso.
Sonrió tomando un suéter más grande acorde al mayor de dorados cabellos y sin más seguirían su camino, pero se percató del desmayo y lo sujetó apenas lo vio. (?)

— ¿N-no crees que Mirio se enojará si solo lo hacemos nosotros? —
Intenta zafarse de cualquier manera mientras el sonrojo se mantiene sobre su rostro, observando así el suéter que ahora traía ella en las manos.
— E-está lind... —
Se desmayó de la pena. (??)

— Sí, sí, en pareja. ¡Como esos Idols que van coordinandos! ¿No te encantaría eso? ¡Podríamos pasear por ahí asi! —
Sonrió y llevo un suéter igual al de él, incluso ánimo y ánimo compañera su costumbre.
— Oe, Tamaki. ¿Tienes fiebre? ¿Te sientes bien? ¡Cambiaste de color! — (?)

— Haaai. Llevemos este, me parece bien. —
Volvió a suspirar, sin embargo el sonrojo subió por su rostro al escuchar a la peliazul, provocando que incluso diera un pequeño saltito por la pena.
— ¿E-eh? ¡¿P-p-p-pareja?! —

Ignoraba a veces lo que decía por su completa emoción. Incluso volvió al primer suéter y volvió a extenderlo por encima del pecho contrario.

—¡Entonces este! ¡Sí, si!! Vamos, vamos, tenemos que pagar este y tenemos que ponértelo! ¿Ya viste? ¡Tiene un pequeño monito de estampado muy pequeño! ¡Oh llevaré uno y haremos pareja!

— Pero si estoy diciendo que me gusta este suéter... —
Intento negarse nuevamente, sin embargo la insistencia de Hadou logró que el frenara y se dejara hacer, perdiendo toda esperanza. (?)
— Me llevare cualquiera... Eligelo por mi, por favor. —

— Claro que brillas. ¡Sí, sí! Por eso... ¡Vamos a buscarte un suéter que te anime y sea como el de nosotros! ¿Te gusta verde como el mío? ¿Como el de Togata? ¡Ah, quieres uno morado?!
— Continua llevando más y más suéteres para él — (?)

— No necesito relucir, estoy bien siendo ignorado por todos, me da tranquilidad... — Suspiró ligeramente y negó con la cabeza antes de probárselo en contra de sus deseos. — Si tú lo dices... —