« Back to Album · Next »
— El libro de Abraham "El Sabio", mejor conocido como "El Codex"; "El libro de las figuras jeroglíficas",

"Todo comenzó en mi niñez con aquel lúcido y revelador sueño en el que un ángel se acercara a mi cama portando precisamente un libro, sueño que no había pensado hasta el año 1357, donde un desconocido abordó en mi tienda, visiblemente necesitado de dinero, me ofreció un libro que inmediatamente reconocí al instante... era como el de mi sueño. Pedía únicamente dos florines por él... por lo que inmediatamente me dejé llevar hasta pagarlo. Fue entonces que ese libro cambiaría mi vida..."
 
Newest First | Oldest First
IaneiraOceana · 26-30, F
El Codex??? Wow!!!!
NF1570724 · M
"... método descrito por Abraham el Judío, transformar media libra de mercurio en plata el 17 de febrero de 1382. Dos meses más tarde, el 25 de abril, lograba el sueño de todo alquimista, conseguir en presencia de mi esposa la transmutación del oro, una manifestación material de la transmutación espiritual que experimenté, circunstancia que ponía de manifiesto la doble condición de la alquimia y de la propia naturaleza de la piedra filosofal.

A partir de ese momento y sin abandonar mi modesto y discreto modo de vida, Desarrollé junto a mi esposa Pernelle, una intensa labor filantrópica, fundando hospitales, restaurando capillas, iglesias y cementerios, colaborando en el mantenimiento de instituciones benéficas o adquiriendo casas y fincas que en algunos casos alquilaba con precios irrisorios a personas necesitadas, o por cifras que le permitían continuar con esa actividad benéfica sin necesidad de recurrir al proceso alquímico..."
NF1570724 · M
"... Aunque mis indagaciones fueron infructuosas, la clave de mi búsqueda aparecería en mi viaje de retorno, cuando en la ciudad de León me topé con un comerciante francés que me puso sobre la pista de un reconocido erudito hebreo, conocido como el Maestro Canches. El anciano identificó al instante a Abraham el Judío como un venerable sabio conocedor de los misterios de la Cábala, perteneciente a una legendaria élite para la que no existían secretos sobre la faz de la Tierra. Gracias a sus conocimientos pudo descodificar el material que portaba, y de común acuerdo decidimos regresar juntos a París para completar la traducción del resto del material.

Sin embargo, la búsqueda de ambos de frustró cuando Canches, anciano y enfermo, moría tras siete días de agonía en Orleáns. Con todo, las páginas descifradas fueron suficientes como para guiarme durante los siguientes tres años en la descodificación de todo el libro, objetivo que alcancé y que me permitió ceñirme estrictamente al …"
NF1570724 · M
"... osaran fijar sus ojos en el manuscrito.

A pesar de mis profundos conocimientos alquímicos y de mi fluida relación con otros hermetistas de mi tiempo, fui incapaz de descifrar aquel documento, tarea que me obsesionó por espacio de veintiún años y que me llevó incluso a copiar fragmentos y colgarlos en los cristales de mi comercio hacía el exterior, con la frustrada esperanza de que alguien pudiera aportarme alguna pista.

Tras estos años de cauta espera y ante la ausencia en Francia de sabios judíos que pudieran ayudarle al haber sido estos expulsados, decidí probar suerte en España y buscar un cabalista que me orientara, escudándome para ello en un peregrinaje a Santiago de Compostela. La coartada me permitiría pasar desapercibido y no levantar sospechas entre los míos, llevando conmigo copias de algunas de las páginas del misterioso libro.

..."
NF1570724 · M
"... éra un libro dorado, muy viejo y de buen tamaño. No estaba hecho de papel y pergamino como suele suceder con los demás, sino con cortezas de tiernos arbustos. Sus tapas eran de fino cobre, grabado con letras y figuras extrañas. Creo que podían ser caracteres griegos o de otra lengua antigua similar, pues no sabía leerlas, pero no eran letras latinas o galas, pues de esas entiendo un poco. Las hojas de este misterioso libro estaban agrupadas en tres grupos de siete folios, separadas por una hoja en blanco grabada con un críptico diagrama, presentándose en su conjunto numeradas en la parte superior y escritas con letras latinas de bello trazo y vivos colores. La primera página no dejaba lugar a dudas sobre la autoría de aquel manuscrito, pues en gruesos y claros caracteres se podía leer “Abraham el Judío, Príncipe, sacerdote, levita, astrólogo y filósofo”, dejando paso a continuación a maldiciones y grandes amenazas dirigidas a quienes sin ser sacerdotes o escribanos..."

Add a comment...
 
Send Comment