Vio como su tío salió corriendo y solo agitó la manito al momento en que él se iba. En ese momento el gato apareció al lado de la pelirroja, el cual frotó su cabeza en la pierna de esta.

— Oh, hola Cornelius. ¿Quieres un poco de alimento y tomar el té conmigo? Mi tío salió a buscarte, así que estaremos tranquilos un rato.

El gato la miró y solo optó por echarse en el suelo, a lo que Rayne se agachó para tomarlo entre sus brazos.

— Gato flojo. Seguramente mi tío se dará cuenta en algún momento de que es imposible que te escapes, siendo tan gordo y perezoso.

Le dio un par de besos al gato y entró a la biblioteca, poniendo el cartel de "cerrado" al momento de que cerró la puerta.

—¡Ah! ¡Ese era mi último cigarrillo de del día! ¡Rayne!— Dijo en un alto tono y con un desbordante llanto. —Nooouuu... Mira nada mas como te ha dejado el zapato de mi escuincla.— por unos segundos se lamentó la pérdida de su vicio que era lo que más disfrutaba del día, un cigarrillo o dos al día.

No tardó en reponerse para acomodar sus ropas, los blancos guantes que cubrían sus manos y para finalizar sus gafas —Ese gato gordo... me las pagará...— Al sentir los empujones, caminaba lentamente para salir de la librería y comenzar a correr como todo un correcaminos, levantando el polvo al avanzar a gran velocidad. —¡COOOOORNELIUUUUUUS!— Exclamó enfurecido.

[code]— Tío. Pronto, el gordo gato Cornelius volvió a escapar, tienes que ir por él.

Tomó el cigarrillo de su tío y lo tiró al suelo, dándole varios pisotones. No le gustaba que el mayor fumaba, así que buscaba cualquier pretexto para que él dejara de hacerlo, aún si eso tenía que ser el extraviar al gato que solía acompañara por toda la gran biblioteca de sabios.

— ¡Vamooos!

Se puso detrás de su tío y lo empujó para que caminara y le acompañara a buscar al gato. [/code]