En su rostro se notaba la tranquilidad que ahora sentía incluso había mostrado una pequeña sonrisa de alegría. Estaba cómodo, no como hacía un rato que se sentía nervioso mientras ambos estaban en la ventana.

—Emma...—

Murmuro entre sueños, estrechándose más contra ella y abrigándola con sus brazos, como si quisiese protegerla con su cuerpo, a pesar de estar dormido era consciente del clima y de ella, aunque pensara que era un sueño quería cuidarla y que no enfermara, eran cosas que no dejaría de hacer aunque tuvieran que separarse por cualquier circunstancia.