¿Qué pasaría? ¿Qué pasaría si alguien asi, fuese empujada fuera de esa burbuja? ¿Cómo se sentiría el? ¿Cuál seria el resultado? Para alguien que ignoraba a las personas, Nova es la primera que genuinamente le despierta curiosidad.
Quiere corromperla hasta la cimiente, quiere mostrarle la libertad de la amoralidad, y quiere saber, que habrá detrás de alguien cuya inocencia ha sido perdida. Un morbo, o alguna clase de atracción, a decir verdad no le importa saber que nombre darle.
- ¿crees que pueda realmente pasar? ¿Una persona puede corromperse?- Esa pregunta fue lanzada con una cercania peligrosa al oído ajeno, sabe lo que hace, quiere verla ponerse nerviosa… pero saber cual será su respuesta.
-Hace falta un solo empujon, para que una mente que tiene los dos lados claros, pierda realmente el sentido que todos los demás tienen.-
Originalmente, solo quería sacarla del camino, una vez descubrió que ella era la hija de su objetivo, la usaría como un puente para llegar a el; su muerte le traería mucho dinero para mantenerse por bastante tiempo, pero, el no era precisamente de los que matan por ganancia.
Nova era tan delicada, tan dulce, tan… cercana a una marioneta que no mueve sus propios hilos, el resultado de padres que han expuesto el mundo con una sola visión, sin darle paso a alguna probada de libertad.
-Tanto el bien como el mal, el lado correcto de la moralidad, y la corrupción; son solo resultados de lo que las personas creen que es realmente lo bueno. Pero ¿Y que tal si no es el caso?-
Una teoría nacida de lectura relacionada a varios filósofos, es fan de Maquiavelo por encima de estos, algo que a veces se lo ha dejado saber a Nova. Fue de pronto que su agarre presionaba solo un poco la cadera, su otra mano estaba libre, hasta llegar a sostener el libro desde atrás cual si la ayudara a no caer.
Su brazo, se quedo quieto hasta que ella empezó a leer, pero cuando el primero de los párrafos fue completado, este mismo sutilmente cual si fuese una serpiente habría de enroscarse en su cadera, hasta aprisionarla firmemente en contra de su cuerpo. No tiene un físico perfecto, sin embargo esta bien desarrollado, al menos para la media de los jóvenes de su edad, producto de formar parte de los clubes de atletismo, ella podría sentir el contacto casi directo, pero su mano no palpaba nada estratégico, mas que simplemente que sus dedos atraparan una parte de su costado.
-Es curioso ¿Te lo has puesto a pensar?-
Era una simple platica de libros ¿No es asi? Al menos asi quería hacerlo parecer, sus ojos azulados reflejaban amabilidad, cual si fuesen dos zafiros que proyectaran el reflejo de ella cada que intentara desviar su mirada hacia el. Esa sonrisa tan afable que pretendía no ocultar nada, era un libro abierto ¿No es asi?
Kiyoshi sabe como leer a las personas; lo ha aprendido a lo largo del tiempo, es un adolescente, si, y le falta bastante recorrido a decir verdad, pero, de haber encontrado una manera de vivir un tanto menos… ortodoxa, aprendio a como usar cada habilidad aprendida a su favor. Primero no hubo mas movimiento que acomodarla sobre su regazo, no es que estuviese tieso como roca, si no mas bien que se adaptaba a los de ella con el mayor de los cuidados, buscaba que su cabeza quedase apoyada muy cerca del rostro, sin darle a entender realmente lo que tenia como finalidad.
[code]Pese a lo interesante de la lectura, lo que ocurría en la mente de Nova era una serie de peticiones para sí misma.
"Por favor, que no me tiemble la voz."
"Por favor, que no me tiemblen las piernas."
"Por favor, que no me mire a la cara."
"Por favor, que haga algo."
"Por favor, que no haga nada."
Su lengua no detenía la danza al formular palabras y sus dedos acariciaban los bordes de las hojas como preparación a los movimientos que harían al voltear la hoja. Había una clara ansiedad en las ganas de anticiparse a los momentos que ella tenía, pero Nova no se daba cuenta de que esto, en realidad, era un patrón de comportamiento continuo en otros aspectos de su vida.
Para ella, era la consecuencia de estar con Kiyoshi.[/code]
[code]Tras aquella petición, tomó aire de manera sutil y abrió el libro para comenzar a leer:
<<La mente es su propia morada y por sí sola puede hacer del cielo un infierno y del infierno un cielo. JOHN MILTON, El paraíso perdido
Observemos unos instantes esta extraordinaria imagen. Luego cerremos los ojos y traigámosla a la memoria. ¿Vemos mentalmente los ángeles blancos que bailan contra el cielo oscuro? ¿O vemos los demonios negros, esos diablos con cuernos que habitan el espacio blanco y refulgente del infierno?>>[/code]
[code]Por un instante se preguntó si Kiyoshi haría un movimiento más temerario esa noche. Lo estaba deseando y, a la vez, lo estaba temiendo. No podría leer tranquila con la duda en la cabeza.
Aún así se puso en pie y fue cuidadosa al dejar caer su peso en las piernas ajenas. Su estatura era menor a la del joven, por lo que sus pies quedaron suspendidos en el aire. Sin quererlo, le dio la espalda en lugar de acomodarse de lado para que pudiera ver su cara; era su modo de resguardarse y evitar así que la viera demasiado y descubriera su nerviosismo o lo acrecentara.
—Si peso demasiado dímelo, por favor. No me ofenderé.[/code]
[code]¿Es que esa noche no iba a poder salir ilesa de tener una arritmia cardiaca? Primero sus palabras, después el casi beso, los mimos, la cercanía y ahora esa petición... Los dedos de Novalley se aferraron al ejemplar que aún sostenía y asintió levemente, procesando lo que estaba a punto de hacer.
Como un par de adolescentes, Nova y Kiyoshi habían cedido al contacto físico de a poco. Se limitaban a tomarse de la mano, a abrazarse, a tocarse el rostro o el cabello, y más allá de eso se atrevían a besarse en contadas ocasiones. Pero sus cuerpos nunca tuvieron un contacto de índole tan íntima como lo podría ser el que Nova tomase asiento en su regazo. ¿Qué tenía de raro? Era distinto a lo que ella hacía al sostenerle la cabeza porque no tenía acceso al cuerpo completo. Pero él sí que lo tendría.[/code]
Cambiar la mente de una chica manipulada por sus padres jamás estuvo en el contrato, sin embargo... ¿Era esto iniciativa? ¿O realmente facilitaría su trabajo?
—Cuentame desde aquí, como una mente puede descender hasta lo más profundo de la corrupción.
Si, habla del libro ciertamente. Esta vez ella le ganó en conocimiento, pues de este solo ha leído la sinopsis ¿Acaso ambos... Estarían emulando lo que en esas páginas describen?
