—Hmm... ¿Pensabas que sólo era una cara bonita?—. Hace una mueca fingiendo sentirse ofendida por su comentario aunque sonríe de lado, sintiendo de repente un poco de viento. —Creo que te creeré pero no lo haré completamente hasta que me enseñes—.

—El viento responde a mi llamado, es mi mejor amigo. Por su puesto que si. —si, fue ambiguo, evidentemente fue a propósito y coincidencia —o no— una ráfaga de viento suave danzó entre ellos. —Pero hiciste un buen trabajo trepando, demostrando que no solo eres una cara bonita.

—¿En serio puedes hacerlo? ¿O me estas tomando el pelo?—. Se quedó quieta sobre una rama gruesa y posa ambos brazos sobre otra para poder recargar el mentón mientras lo observaba, arrugó la nariz al sonreír pues no le creía del todo.

—¿Quieres que volemos juntos? —se cruzo de brazos mientras miraba a la rubia con una sonrisita desafiante.

—¿Volar? ¿En serio?—. Lo mira con los ojos entrecerrados mostrando cierta duda en ellos mientras sube por el árbol.

—Quizá puedo... volar.

—¿Como subiste tan rápido al árbol?—.