Ugh...Debo salir de aquí... Esta es mi oportunidad. - Se dio cuenta de que el joven hada dragón pasó de largo por la madriguera, por lo que Leona aprovechó ese momento para lograr salir de la madriguera en silencio. Sin embargo, los síntomas de su celo le hacían sentir su cuerpo mucho más pesado de lo común, por lo que sus intentos de escape prácticamente fueron en vano, al no lograr ser sigiloso, pisando algunas ramas. - ¡Mierda!

Cerro los ojos un momento tratando de pensar dónde podía haberse escondido el joven león, los abrió mirando a su alrededor y caminando a paso tranquilo, aspiró suavemente el aroma de su entorno buscando algún rastro del felino

... - Maldijo para sí, buscando la manera de poder escapar de allí sin ser visto por Malleus.

... - Buscó la manera de ocultarse más en aquella madriguera, entrando un poco más en ella. Desde donde estaba, podía contemplar el exterior del agujero, haciendo todo lo posible para no hacer ruido. -

- No obstante, su visión comenzaba a nublarse levemente, teniendo que tallar sus ojos varias veces con el dorso de su mano. Pero aún así, su vista seguía borrosa. Junto a eso, su respiración se volvía cada vez más agitada, además de sentir que su temperatura corporal aumentaba lentamente. El joven león no entendía por qué su cuerpo comenzaba a tener esas raras reacciones, ya que no era en absoluto sensación de miedo de ser encontrado por Malleus. -

- Sin embargo, un pensamiento fugaz se hizo presente en su mente, temiendo lo peor. Extrajó de su bolsillo del uniforme su teléfono celular, examinando el calendario. Al ver la fecha y hacer algunos cálculos mentales, cayó en cuenta de algo: Aquellas reacciones de su cuerpo eran síntomas: Síntomas del celo. - "Diablos...No hoy. No ahora.

Tsk...¿Dónde se metió? —Busco con la mirada a su alrededor, busco la pista del joven león —

¡JODER! - Se deslizó por el suelo, logrando ocultarse en el interior del agujero de una madriguera, escondiéndose de la vista del dragón. - ¡¿Qué demonios le pasa a ese dragón lunático?! - Murmuró en voz baja, jadeando por haber corrido hasta llegar allí.

VUELVE CARAJO! Buscó esquivar casa llamarada lanzada por el león, no iba a descansar hasta estar seguro de ello —

¡VE A REVISARLE EL CULO A YUU! - Grita furioso, invocando su pluma mágica y lanzándole llamaradas de fuego hacia atrás, para ahuyentarle. - ¡YA BASTA, MALDICIÓN!

¡PERO DRAGÓN DE MIERDA! ¡YA DEJA DE PERSEGUIRME, JODER! ¡SOY MACHO, LA PUTA MADRE! :@ :@ :@