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Mq1583155 · F
Miqua se cubre la boca con ambas manos, sorprendida. Era la primera vez que oía un gruñido de estómago tan potente. (?)

— Un lugar donde comer, en principio.

Mueve sus labios, parecía estar hablando sola en un momento a otro pero su voz se mantenía ausente. Segundos después, asiente.

— Vamos a mi casa.
SunKong · 26-30, M
— Mono del lago... Suena curioso Huh!

Se levanta con su ayuda, era más alto que ella, mucho más alto, la joven le llegaba a penas por la boca de su estómago. Era llamativo aquel varón por lo dorado que era naturalmente.

— ¿Un lugar?

El sonido de su estómago sonó fuerte, su mano se puso en su estómago para intentar "callarlo".

— Tengo hambre...
Mq1583155 · F
No fue difícil deducir que algo le ocurrió. Algo no visible en su cuerpo; "cosas de corazón" le dijo una vez alguien que ella apreciaba.
Cerró sus ojos al sonreírle.

— Miqua. Encantada de conocerle Sun, mono del lago.

Primero le extiende una mano. Pero, al darse cuenta de la diferencia de tamaños entendió que necesitaría usar las dos.

— Póngase de pie, por favor. Vamos a buscarle un lugar.
SunKong · 26-30, M
Se timbró por la energía de aquella chica pero se quedó en el suelo a la señal de ella y negó.

— No, no estaba con nadie y no, no soy de aquí... En realidad... No soy de ninguna parte.

Menciona molesto bajando su mirada al suelo, tenía sus piernas estiradas y sus manos a los lados sintiendo esa tierra y hojas que le rodean a ambos.

— ¿Cómo te llamas? Yo soy Sun, un mono bobo.
Mq1583155 · F
Imitó su gesto, también miró alrededor. ¿Esperaba ver a alguien allí? Ella se señala con el índice justo debajo del mentón.

— Sólo soy yo. ¿Estaba en compañía de alguien más antes de el accidente?

Volvió su mirada al lago. Deseaba que no fuera así, o alguien podría estar allí bajo el agua, sin vida en aquel momento.
Se hizo en pie, haciendo un gesto con sus manos para que él no se levante aún.

— Estamos en Redwoods, mi bosque favorito. ¿Usted no es de por aquí?
SunKong · 26-30, M
Tenía que agradecerle por más que el hubiese intentado quitarse la vida, Sun suspira más calmado tosiendo unas últimas veces tapando sus labios con su puño.

— Ahem... gra-gracias...

Carraspea mirando su cuerpo aún empapado por el agua y detallando está vez a su salvadora, recordó estar en el bosque, al parecer eran ellos dos.

— ¿Estás con alguien más?

Giro su rostro en busca de más personas ¿Que hacía una chica sola en ese lugar?.

— Yo... Me perdí, no se dónde estamos...

Frunce su ceño al mirarle nuevamente buscando una respuesta.
Mq1583155 · F
— La-...Lamento no haber llegado antes. Usted tragó agua, mucha. Casi no lo logra.

Cerró por un momento los ojos, suspirando de alivio. Los latidos de su corazón parecían haberse acelerado como un motor, tenía su diestra sobre el pecho buscando algo de calma porque el hombre estaba bien.

La joven abrió sus párpados, sonriendo con amplitud.

— Creí que no lo lograría, mis piernas no corren lo suficiente pero ya pasó, está bien. ¿Cómo se siente?
SunKong · 26-30, M
La fuerte tos sé escuchó, el rubio logra respirar repentinamente, estaba confundido y débil, sentía nuevamente oxígeno por su cuerpo, mueve su cabeza despacio abriendo esos orbes que al final seguían entrecerrados.

— ...

Su pecho se inflaba buscando tomar más aire, observo a la chica ¿Era Aura? ¿Aura le había seguido? No... Que idiota, no era ella. Otra vez estaba viviendo, parecía una maldición eso, el revivir nuevamente.

— No entiendo...

Su voz estaba algo carrasposa, tosió nuevamente pero está vez reincorporándose en el suelo con calma, con sus manos se apoyo en el suelo para sentarse.

— ¿Que lamentar?...

Estaba tratando de entender que había ocurrido, solo recordaba opresión y oscuridad.
Mq1583155 · F
{♡} observó el burbujeo.

Curiosa, no hizo mas que sumergirse. Sus ojos visualizan algo más en lo profundo, al que pronto reconoce como un ser humano.
¿Un hombre? En efecto, y no se movía. Agilizó el nado hacia él, tan veloz como había aprendido a ser. Pronto lo tendría en sus manos, jalandole por el brazo hasta la superficie.

{...}

— Lo siento, lo lamento.

A la orilla del lago, Miquα se encontraba con el hombre recostado de lado, mientras ella sostenía su mandíbula y extrañía con un movimiento de su mano, el agua de sus pulmones. Una habilidad sanadora, indolora, pero extraña de sentir en la garganta. Lo observaba, él aún estaba vivo pero con la debilidad de alguien que casi es consumido por la muerte.
Mq1583155 · F
Existían tipos de gritos. Alegría, euforia, sorpresa, miedo. Pero, el más fácil de reconocer era el grito de desesperación.
La jóven ya se iba del bosque luego de una merecida tarde refrescandose pero ese alarido la forzó a detenerse. Estaba claro, alguien necesitaba ayuda. No estaba muy lejos del lago, sus piernas eran torpes y carecían de agilidad normal pero con esfuerzo llegó a la zona del grito.
Los ojos de Miqua recorrían los alrededores con rapidez, incluso se fijó en el agua. ¿Nadie? Tampoco veía nada, pero ésto no la desmotiva. Se adentra en el agua cristalina del lago con la intención de nadar hacia el otro extremo y revisar el otro lado del bosque.

A medida que su cuerpo se adiestra en el agua, sus piernas delgadas sufren una rápida y no muy agradable mutación. El proceso era desagradable, pero el resultado era una hermosa cola de pez, en claros y brillantes tonos turquesa y rosa. Así, podía moverse con gracia y mayor libertad, cuando más en el centro del lago observ

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