Extendió su brazo cuando ella acercó la tela para improvisar el vendaje. Miraba atenta como lo hacía, Mostima debía atender sus propias heridas estando allá afuera en sus misiones, pensar en eso trajo preocupación en la pelirroja. — Mi único capricho por hoy es que te quedes conmigo, quiero descansar. La misión fue demasiado cansada. —
—Lo se, lo se...— Dijo fingiendo arrepentimiento, en realidad, Mostima estaba tan podrida que difícilmente se arrepentía de sus acciones, era su ángel quien aún hacía brillar esa parte humana de ella, si la perdiera, seguramente caería en un abismo sin retorno. —¿Y si te cumplo todos los caprichos que quieras por un día completo?— Se acercó mientras arrancaba un pedazo de la tela de su blusa, y lo usaba para improvisar un vendaje en ese brazo herido.
— Texas estaba ocupada. — De nuevo hacía ese comentario hacia su amiga y Exia no dudo en defenderla. Se cruzó de brazos y le miró fijamente. — Detesto que creas que es muy fácil convencerme y contentarme. Acepto el pay de manzana, pero quiero que sepas que me ofende mucho. —
—Te estaba cuidando en otro sentido, creí que la loba haría mejor su trabajo, pero mírate.— Como siempre no perdió oportunidad de insultar a Texas. —Tendremos que limpiar esa fea herida. Luego puedo invitarte a comer pay de manzana. Ha sido una misión extenuante, mereces una recompensa.
Mas que preocuparse parecía que disfrutaba molestarla. Desvió la mirada con las mejillas encendidas en un ligero carmín frunciendo ligeramente el entrecejo. — Si te preocupara estarías aquí cuidándome y no haciendo lo que sea que haces. —
Se relamió el labio superior, como si hubiese probado el más delicioso de los dulces, y una sonrisa se dibujó en sus labios. —Solo me preocupo por ti, pequeña Remy.
Cerró uno de sus ojos la sentir la lengua deslizarse lentamente por su piel limpiando un poco de su sangre inmediatamente lo apartó y retrocedió un paso. — Te he dicho que estoy bien, fue solo un corte. —
No, no lo estás. Te dije que esperaras por mi. -Alzó la mirada hacia ella, mientras deslizaba su lengua para limpiar un poco de la sangre de su antebrazo.-
