- ¿De verdad lo harías? ¡Oh, gracias! -Agradecio con aquel dulce tono de voz, seguido por estar atenta a la indicación de la misteriosa mujer, cuyo instinto se ha marcado en Cham Cham desde que le vió.-
¿Tocarme? -Dio varios parpadeos ante la petición, aunque luego sonrió debido a la ternura que instantáneamente le provocó el tímido actuar de la pequeña- ¡Claro que puedes! Ven, ¿te parece si te muestro cómo en privado? :3
- ¿Cham Cham puede tocarte? -Preguntó apenas audible y un poco temerosa, pues era una chica inexperta en la cuestión íntima.- -Cham Cham promete ser gentil y suave.
Hmm? -Se aproxima a la pequeña, inclinándose para poder mirarle a los ojos, delante suyo sus carnosos pechos colgaban debido al arco que creaba su espalda- ¿Pasa algo? :3 Puedes pedirle a Momo lo que quieras.
- Y... Bueno, ... Y-Yo.. -Deseaba tocar aquel miembro y sentirlo con sus propias manos, incluso dentro de ella como comúnmente se realiza en un acto erótico. Sin embargo, la tímida joven no se atrevía a preguntar, y menos aún a tocar aquella zona íntima.-