/Si resultaba bien, era otra alma más para ella, y eso le atraía. ¿ La pequeña sonrisa perdura, ¿quién tendría tanta fortuna de observar ese actuar tan calmado y alejado de la ferocidad habitual? Ah, encantadora.
/Oh. ~ Verla tan relajada era una fortuna, un llamado automático a regalarle más de esas caricias, suave y con mucho cuidado, incluso se había percatado del delicado movimiento en la cola, ¡que linda! ¿
—El gruñido cesa, es remplazado por un suave movimiento de cola. No tan desesperado como el de un perro, pero sí presente como cuando ellos están contentos. Helena entonces le sonríe. Muerte era invasiva pero sabía dar caricias.— (?)
Shh, si quieres pelear, luego te busco a alguien para que le rompas el cuello.
/Habló suave, un tono gentil mientras le brindaba mimo. Era taaaaan bonita, y si se relajó de ese modo sentía el impulsivo deseo por ponerle correa. Ríe con suavidad, vale la pena estar con ella si iba a verse tan tierna. ¿¿
— Insiste arrugando la nariz y continúa ese gruñido. Pero claro, su tacto bajo el mentón resultaba relajante y una contradicción para la albina que quería pleito. Se queda quieta, mientras dure la caricia no se va a acelerar.— (?)
/Nada gana con decir una mentira, tan lindos ojos que tenía, ¿por qué no mirarlos de ese modo? No se resistió a subir una mano, para acariciarle debajo del mentón; va a pasar de sexy loba a vehículo todo terreno. ¿¿¿
...Si me mantienes la mirada, quiere decir que buscas pelea.
— En el lenguaje de los lobos, al menos era cierto. El rostro de Helena desciende, su gruñido de advertencia sonaba como un pequeño motor. Maldita sea La Muerte, y no en el sentido que todos lo dirían. —(?)
/Ya estaba dejando ir una pequeña risa, inclusive, a sostenido su mano con suavidad, sacando provecho de la cercanía. Esta vez dio un besito al aire. ¿
—¿Por qué estaba sonriendo de ese modo? ¿Acaso no le molestaban los piquetes de su filosa uña? ¡Encima le guiña! Helena abre la boca ligeramente; tiene ganas de morderla. — (?)
