— Se sonrojó por vergüenza y molestia, que busca disimular desviandole la mirada. ¡Qué descarada! La Muerte hablaba como si su celo durase todos los días. ¿Tendría una criatura como ella, períodos de reproducción? Oh, tenía curiosidad ahora...(??)—

N-No tienes que coquetear conmigo. Trabajamos juntas, ¿cierto? Bueno, entre compañeros no se hacen esas cosas... ¡Eso sucede en las manadas, y no quiero estar en una!

—Enojada con esa idea se va a la cocina. Sirvió dos porciones del pastel de papas que el dueño del hogar preparó. Le extendió el plato a Muerte de mala gana; le costaba mirarle a los ojos sin recordar lo que dijo del sexo.— (?)