« Back to Album
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
MlynarNearl · 36-40, M
— ¡Eeek!
Bueno, por más que su situación ahora fuese precaria y peligrosa, una cosa era segura: había tenido éxito, pues sus pies estaban nuevamente en contacto con el suelo. Eso, al menos, le brindaba algo de tranquilidad y de satisfacción. Y ni qué decir de cómo los elegantes dedos de la deidad ya no retenían su cuello, prácticamente amenazando con partirle éste.
— Qué mal humor, ¿sabías que te saldrán arrugas mucho más pronto así?
Esgrimió su más carismática sonrisa, aun cuando con aquella apariencia no pudiese apreciarse adecuadamente esto. Sin embargo, a pesar de su impertinencia, no era tonto. Sabía que una cosa era soltar algún comentario elocuente y no muy respetuoso, pero otra era desacatar una orden que le era dada mientras lo apuntaban con un arma.
Levantó sus temibles patitas a la altura de la cabeza, le dio la espalda a la mujer, y sin más dilación comenzó a caminar hacia donde le indicaba.
Bueno, por más que su situación ahora fuese precaria y peligrosa, una cosa era segura: había tenido éxito, pues sus pies estaban nuevamente en contacto con el suelo. Eso, al menos, le brindaba algo de tranquilidad y de satisfacción. Y ni qué decir de cómo los elegantes dedos de la deidad ya no retenían su cuello, prácticamente amenazando con partirle éste.
— Qué mal humor, ¿sabías que te saldrán arrugas mucho más pronto así?
Esgrimió su más carismática sonrisa, aun cuando con aquella apariencia no pudiese apreciarse adecuadamente esto. Sin embargo, a pesar de su impertinencia, no era tonto. Sabía que una cosa era soltar algún comentario elocuente y no muy respetuoso, pero otra era desacatar una orden que le era dada mientras lo apuntaban con un arma.
Levantó sus temibles patitas a la altura de la cabeza, le dio la espalda a la mujer, y sin más dilación comenzó a caminar hacia donde le indicaba.
Add a comment...