La venganza es dulce. -[ Respondió divertido con ambas manos en la cintura, viendo las acciones del zorro. Dejó que pasara un buen rato, antes de hacerle un pequeño guiño, el animalillo se detuvo y saltó a sus brazos, consiguiendo que el rubio lo premiara con mimos. ]- Bon pettit.
Ah... -[ Tardó un rato en darse cuenta de que todo era una simple broma y frunció el entrecejo un tanto enojado ]- ¡Mikleo! Ah... cherié, esta me las pagarás ¡Fubuki! -[ Solo tuvo que decir aquello para que el zorro obediente, saltara sobre el albino, tomando su forma de adulto ]-
¡¿QUÉEEE?! ¡No, no me hagas esto! ¡Cherieee! -[ Fubuki se le trepó a los hombros, por lo que aprovechó de tener las manos libres para sujetarlo por los hombros. Estaba sorprendido, casi a punto de llorar ]- ¡Mikleo! ¡No seas cruel! ¡No quiero comer fruta la odio! -[ Comenzó a sacudirlo ]-
¡Hahahá! ¡Solo fueron pedacitos de torta nada mas! -[ Sonrió divertido de ser descubierto. Mikleo era el único que podía ver a través de sus engaños. ]- Pero un día se me pasó la mano y pues... -[ Ambos, zorro y rubio se miraron primero. El animalito movió la cola y el rubio sonrió de nuevo medio culpable ]- Mejor atiende mis consejos.
No. Lo que sucede es que ellos suelen comer unos bulbos en el bosque, que saben mas o menos a comer pedazos de azucar derretida. Es algo asi como su golosina. Pero al ser un dulce mas natural, no les afecta como comer el azúcar refinada. -[ Sonrió divertido ante las lamidas, cerrando uno de los párpados ]- ¡Hahahá! ¡Basta basta cherie! ¿Quieres que Mik-chan se ponga celoso? -[ Aprovechando que se calmaba, continuó ]- El olor de los pasteles se parece al de los bulbos. Por eso se emociona tanto.