No lo soy, pero he puesto mi vida en tus manos porque te amo. -[ Le sonrió tranquilo y besó su frente ]- Cherié... Serías muy ágil usando mis poderes en vez del agua. -[ Reclamó riendo entre dientes al verlo correr con la cocina. Ya olía un poco a quemado, lo que le causaba algo de gracia. Quería sobre todo relajar el ambiente tenso que estaba ]-

-Cuando terminó de sanarle la herida, allí fue cuando su mal estar por fin pudo ser calmado, aunque muy por encima, aún estaba triste por toda la situación y como había reaccionado. Sus palabras no lo habían dejado contento así que antes de separarse del todo, se abrazó con fuerza a él.- No hables así, no eres un objeto... -Esta vez se separó rápido y fue a controlar el estofado antes que se le quemen los ingredientes.-

-[ Entrecerró el ojo ante la curación. Aunque el agua curaba, también dolía un poco. Sin embargo no se movió. Fue obediente a las decisiones de su ángel, sonriendo apenas con sus párpados cerrados y cuando terminó, abrió estos ]- Puedes hacer conmigo lo que desees... al fin de todo, mi vida te pertenece. -[ Acarició su mejilla con suavidad ]-

-Asintió a todo lo que le decía mientras trataba de calmarse, ya no estaba tan alterado como antes pero aún así no podía dejar de llorar. Se sentía muy mal por haberlo lastimado y hasta que no lo cure ese mal estar no iba a pasar.- Lo lamento... déjame curarte, no quiero que te quede marca. -Se apartó de él al mismo tiempo que volvió a activar su magia curativa y volvió a acercar su mano a la herida. El agua no solo refrescaba la zona, sino que poco a poco fue regenerando los regidos quemados hasta dejarlos como nuevos.-

Tranquilo pettite amour, no llores. No es tu culpa ¿Si? No estoy enojado contigo y acepto que me equivoqué. Gracias por no usar tu báculo contra mi. Ese si duele. -[ Bromeó intentando calmarlo. Le ardía la piel, incluso sonreír o hablar dolía. Pero se mantuvo tranquilo. No quería verlo llorar y acariciaba su cabeza lentamente para consolarle ]- Te amo pettite, te amo y eso nada lo cambia. Vamos mi amor, levántate y sigue cocinando. Estoy ansioso por probar tus deliciosos platos. -[ A pesar del ardor, se inclinó y le besó la cabeza ]-

-No pudo ni siquiera curarle la herida que su amado se sobre exigió para consolarlo y abrazarle, algo que muy dentro suyo lo hacía sentir con culpa y bastante inútil. Su magia curativa de momento fue suspendida y se refugió en los brazos de su querido para tratar de calmar esa montaña rusa de emociones dentro de su cabeza, por lo cual se terminó por acurrucar en su pecho para por último cerrar sus ojos, aunque de sus párpados no paraban de caer lágrimas y lágrimas de dolor.-

-[ Seguía con el rostro volteado. Aún procesaba lo que había pasado y el escozor en la piel lo hizo reaccionar. Escuchó caer agua y al voltear despacio a verle, se encontró con lágrimas. Si, Mikleo estaba llorando. Sorprendido, sacó fuerzas y se incorporó con los codos, sentándose como podía para abrazarlo contra su pecho ]- No. No llores. Yo debo pedirte perdón. Tu solo reaccionaste de forma normal, a nadie le gustaría escuchar eso. He sido sincero y me lo merezco. No llores, estaré bien. -[ Lo abrazó con fuerza para tratar de calmarlo. ]-

-Se sentía pésimo por haberle golpeado con el cucharón de esa forma por puro celos, no quería ver si quiera como le había dejado el rostro que tanto adoraba, pero tenía que hacerlo para ver la gravedad del asunto. Estaba totalmente rojo y no tardaría en ampollarse. Se puso peor de lo que estaba a tal punto de derramar un par de lágrimas. Se arrodilló frente suyo para quedar a su altura y negó repetidas veces con la cabeza.- Lo lamento, soy un idiota, no debí reaccionar así. Déjame curarte. -Canalizó un poco de agua en su mano libre y la acercó a la zona dañada con la intención de curar la quemadura.-

-[ Su relato fue brutalmente interrumpido por un cucharonazo caliente que lo dejó quieto, sorprendido y con una silueta roja en forma de ese elemento pintado en la mejilla. Incluso su rostro se había desviado un poco. Lo que lo sorprendió realmente fue que le pegara ¡Nunca en su vida Mikleo lo había golpeado de tal forma! Y había que admitir un par de cosas: un cucharón caliente, que encima era de metal. Desvió la mirada arrepentido, eso iba a dejar cicatriz y se lo merecía, pero al menos fue sincero. ]- P...Pagdón mon amour... No volverá a suceder.

-Estaba revolviendo con el cucharón el estofado mientras escuchaba tranquilo la historia de su amado, hasta que llegó a la parte de "besarla", fue allí donde su mente se nubló por completo y no fue capaz de escuchar más nada. Su ser vengativo salió a flote, cosa que pasaba en casos muy en puntuales, por lo cual fue hacia él con el cucharón caliente y lo golpeó en la mejilla con este, aunque no muy fuerte, sino que buscaba quemarlo.- ¿¡Qué hiciste qué cosa?! ¡¿Besaste a alguien más para qué cosa?! ¡Gracias por contarmelo! Idiota.... -Solo desvió la mirada frustrado y a la vez super enojado por la situación y su propio reaccionar.-