Siempre que no la incendies... -[ Recalcó sumamente divertido, atento por si era atacado por el albino ]- Al parecer inicias tu camino a como ser una buena ama de casa...
Ahora que estaré más tiempo por aquí, podré practicar más mi cocina. Para la próxima me saldrán mejores y quizás intente hacer otro tipo de cosas dulces. -Mencionó con entusiasmo. Aquellas palabras ajenas sin duda fueron el incentivo para seguir desarrollando más esas viejas costumbres que había olvidado con el tiempo.-
Las primeras veces no siempre salen perfectas, pero estas estaban sabrosas. Méritos por eso pequeño serafín. -[ Se recostó contra la pared, en la zurda llevaba aun la caja vacía ]- Realmente los adoré.
Hacía tiempo que quería cocinar algo para ti, pero no sabía que... en realidad si sabía pero era muy difícil el pastel que te gusta, así que opté por los bombones. Salieron horribles pero me alegra que te hayan gustado. -Respondió algo apenado a pesar de estar levemente enojado por sincerarse ante el rubio, al fin y al cabo no dejaba de tener ese sentimiento de aprecio hacia él.-
-[ Le escuchaba divertido y no pudo reprimir las carcajadas cuando el pequeño serafín reaccionó ]- ¡Hahahahahá! ¿No decías que no los habías hecho tu? ¡Vaya vaya messie seráfin! Esas confesiones son fuertes... ¡Hahahahá! Y si... me los comí todos... porque estaban deliciosos y porque tu los hiciste mi pequeña fuente de agua...
¿Me estás llamando mentiroso? ¿A mi? ¿Al guardián del agua? Yo jamás miento, así que sácate de la cabeza que YO te esté mintiendo. Yo hice esos chocolates para ti, ¿Quien más los hubiera hecho? ¿No viste lo mal cortados que estaban? ¿Y mal rellenados? Yo no sirvo para cocinar, bueno... no para los bombones, pero hice mi mejor esfuerzo. ¡Pero bien que los comiste todos! Asi que no me vengas a... ¡AH! ¿Sabes qué? ¡Eres un idiota!