-[ Entró al baño termal ajustándose algunos mechones rebeldes, llevaba ambos ojos descubiertos, desnudo y solo con la toalla. Las gotitas de agua recién salpicadas, resbalaban perezosamente por las líneas de su cuerpo. Este se acercó al lugar y se encontró con una escena adorable: su ángel jugueteando en el agua cual niño pequeño. Se quedó contemplándole largo rato y sonrió cuando obtuvo su atención ]- Hoy he descubierto otro tesoro tuyo, una adorable faceta. -[ Se metió con cuidado, retirándose la toalla, pero al hacerlo, reparó en la intensa mirada y el sonrojo de su prometido, sonriendo con suavidad ]- Gracias... cariño. -[ Se hundió en el agua, justo a su lado y tendió los brazos a ambos lados de la orilla de piedra, apoyando la espalda y la cabeza hacia atrás para descansar ]-