— Suena interesante, cada vez me convences más y de hecho, me agrada la idea

— Por supuesto, ahora si eres un buen chico y me miras de forma linda, podría darte el primer premio.

— Suena interesante, tendré que averiguar que tan cierto es eso y tomar esos buenos incentivos.

— Con un incentivo correcto ya te tengo en la palma de mi mano, domar ese lado rebelde no es tan difícil.

— Eso suena bien, admito que tal oferta me interesa.

— Por supuesto, y siendo un cachorro obediente, recibirás premios dependiendo de tus acciones en lugar de castigos.

— Un obediente cachorro... No suena nada mal, sera interesante ver como intentas domesticar mi lado rebelde.

— Y me encanta que resalte, porque cuando actúas así, deseo tenerte bajo mi control y que te vuelvas como un cachorro.

— Mi arrogancia siempre resalta, lo sabes, aunque un castigo tuyo suele ser una verdadera diversión, querida.

— ¿Qué clase de mirada es esa? ¿Acaso quieres un castigo, cariño?