— Y como siempre, nunca me decepcionas... Decir que todo lo que haces es maravilloso sería quedarme corto.— En cuando las manos ajenas intensificaron el agarre convirtiéndolo en un vaivén de sensaciones por como lo masturbaba, se relamio los labios y bajando su rostro mordió una de sus orejas. — En ese caso deberías dejármelo claro, para que no quepa ninguna duda..— Entonces hizo un leve gesto de dolor mordiendo su propio labio por la sensación de los dientes clavarse en su cuello.

— Siempre intentó dar lo mejor de mi... siempre con el fin de complacerte y dejarte atado a mi por más tiempo — Dijo orgullosa apretando el glande de este con sus dedos, no dudo en enrollar su mano en aquel falo comenzando a masturbar el mismo de arriba abajo con el deseo de encenderlo — Mikhail... Tú deberías saberlo... Eres mío — Mordió el cuello de este clavando allí sus colmillos, no dudaría en dejar una marca en su piel.

Era normal darle esos beneficios, a fin de cuentas era suya y lo más normal es que ambos pudieran disfrutar juntos de esa manera, por lo que sonrió para ella mientras las manos ajenas se deslizaban por su abdomen. — Tienes un gran trabajo que hacer, esperaré ver lo resultados de tu esfuerzo.— Mencionó mordiendo suave la punta de su lengua suspirando suavemente por la sensación de sus dedos.

— Sus ojitos no tardaron en brillar por la emoción de saber que podría capturarlo y enredarlo en sus sabanas las veces que quisiera, no pudo evitar sonreír encantada, deslizando lentamente su mano por aquel abdomen logrando adentrarse en aquel traje de baño — Eso me gusta mucho más... Me encargare de no dejarte ir... — Lamió aquellos labios con suma suavidad, deslizando con lentitud la punta de sus dedos en aquel glande.

— Más que en público... Me gusta hacer cosas sucias contigo, lo cual es inevitable. En cuanto a lo otro, no veo motivo alguno por el que deba cuidarme, en cambio, debo invitarte a que lo hagas.— Dijo con sutileza, dejando que besara su piel mientras el jugueteaba con los mechones de su cabello.

— Oh... A alguien le gusto hacer cosas sucias en público... Sabes dicen que se acerca el mes de los gatos, y es mes de apareamiento... tendrás que cuidarte mucho para que yo no te coma por causa del celo — Comentó sonriente, comenzando a abrir los últimos botones de aquella camisa, repartiendo pequeños besos en el pecho de aquel hombre, con cierto deseo.

— ¿Acaso lo dudas? Tal vez tenga que dejártelo bien en claro.— Mencionó de forma traviesa sonriendo por el hecho mientras sujetaba sus piernas. — ¿Que te impide hacerlo?

— ¿De verdad? — Preguntó sonriente dejando mordiditas en el mentón contrario sin deseos de moverse, sus piernas yacían a cada lado del cuerpo ajeno — Harás que te coma aquí mismo

La carga en sus brazos correspondiendo cada uno de sus besos para después murmurar suavemente. — Tan hostigante que me fascina.. ~ —